Cascos Blancos

Con el propósito de coordinar la participación argentina en el sistema de respuesta internacional ante emergencias humanitarias y garantizar un aporte acorde a sus posibilidades y sus necesidades, en 1994 se decidió la creación de un cuerpo civil internacional. Los Cascos Blancos marcaron el inicio de la participación de los países en desarrollo en la asistencia humanitaria internacional, que hasta entonces era reservada a países donantes, e introdujo el empleo del voluntariado como cuerpo profesional especializado.

Hoy, la Comisión Cascos Blancos se encarga de diseñar y ejecutar la asistencia humanitaria. Desarrolla sus actividades a través de un modelo de trabajo basado en la cooperación, la solidaridad y la participación comunitaria. Es enteramente civil y se apoya en un cuerpo de voluntarios expertos de diversas disciplinas y especialidades.

Para el cumplimiento de sus objetivos, la Comisión cuenta con una red de vinculaciones nacionales e internacionales a través de las cuales coordina la respuesta inmediata ante crisis humanitarias o desastres socio-naturales, actuando en tareas de rehabilitación, reconstrucción y desarrollo, y promoviendo la prevención y la gestión del riesgo de desastres.

Cascos Blancos coordina sus acciones de forma bilateral con otros países y con numerosos organismos internacionales. Desde su creación desarrolló más de 400 misiones de asistencia humanitaria en 81 países de los cinco continentes incluyendo el territorio nacional.

A partir de estas vinculaciones estratégicas a nivel internacional y regional, Cascos Blancos incorpora y adapta protocolos y lineamientos internacionales para su aplicación en el territorio nacional a fin de ponerlos al servicio de las comunidades, incrementando de este modo la presencia y el trabajo en las Provincias y Municipios del país.

En 2007, con el objetivo de garantizar que la reducción del riesgo de desastres a nivel nacional este dotada de una sólida base institucional para su aplicación, la República Argentina creó su Plataforma Nacional para la Reducción de Riesgos de Desastres (PNRD), co-coordinada por la Comisión Cascos Blancos, con los lineamientos de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR). En ese marco, promueve las iniciativas y campañas internacionales relativas a la asistencia humanitaria, la atención de las emergencias y la gestión integral del riesgo de desastres. En su accionar, tanto interno como externo, Cascos Blancos cuenta con socios del sector público, académico, organizaciones no gubernamentales y el sector privado.

En materia de reducción de riesgos de desastres y rehabilitación en caso de desastres socionaturales, Cascos Blancos cuenta entre sus programas con proyectos de aumento de la resiliencia de las comunidades más vulnerables, prevención de riesgos a través de ejercicios de simulacros, reducción de vulnerabilidades y gestión integral de riesgos, relevamiento y mejora de condiciones habitacionales, educación, formación de voluntarios, entre otras.

Su posicionamiento de agencia nacional de asistencia humanitaria, con posibilidades de acción nacional o internacional, le otorga una posición privilegiada como canalizador y coordinador del voluntariado nacional para prevenir o hacer frente a emergencias humanitarias.