La Argentina participó de la Conferencia Hábitat III que tuvo lugar en la ciudad de Quito, Ecuador, entre los días 17 y 20 de octubre. Durante la misma se adoptó la Nueva Agenda Urbana, documento que establece lineamientos globales para el desarrollo urbano sostenible. La Agenda procura replantear la forma en que se construyen, se gestionan y se viven las ciudades en pos de reafirmar el compromiso mundial con el desarrollo urbano sostenible, evaluando los avances logrados hasta el momento, atendiendo a la cuestión de la pobreza y afrontando los nuevos desafíos emergentes.
La delegación argentina, encabezada por la vicepresidenta de la nación, Gabriela Michetti, incluyó al ministro del Interior y Obras Públicas, Rogelio Frigerio; al secretario de Relaciones Exteriores, Carlos Foradori y a un importante número de funcionarios nacionales, gobernadores provinciales e intendentes municipales de distintas ciudades del país, demostrando la importancia que el país le otorga a la vivienda y al desarrollo urbano sostenible.
La implementación de la “Nueva Agenda Urbana” contribuirá a alcanzar los objetivos contemplados en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en particular el objetivo N° 11: “Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”. Plantea una visión compartida de “ciudades para todos”, que implica el igual uso y disfrute de las ciudades y los asentamiento humanos, buscando promover la inclusividad y asegurar que todos los habitantes de las generaciones presentes y futuras, sin ningún tipo de discriminación, sean capaces de habitar y producir ciudades y asentamientos humanos justos, seguros, saludables, accesibles, asequibles, resilientes y sostenibles, estimulando así la prosperidad y la calidad de vida para todos.
En ese contexto, la Argentina presentó su Informe nacional, en el cual señala que la situación del hábitat urbano en el país, que se encuentra entre los más urbanizados del mundo (actualmente, 92% de urbanización), presenta como mayor desafío hacer más eficiente la interrelación entre la planificación territorial y la inversión pública. El Informe señala como prioritario generar ciudades más integradas, que incluyan los asentamientos a la trama urbana y que contemplen la provisión de servicios básicos, de accesibilidad, de regularización dominial, de mejoramiento del hábitat, de la vivienda y del espacio público y la construcción de equipamientos comunitarios, educativos, de salud y culturales. Reconoce también que es preciso tomar medidas para el control de riesgos, combatiendo las inundaciones con la creación de reservorios y parques hídricos.
Asimismo, la Argentina propone en su Informe nacional trabajar en la integración de la dimensión de planificación urbana en el marco del impulso al desarrollo productivo del país, promoviendo el crecimiento de las economías regionales para lograr una mayor autonomía y sustentabilidad de los gobiernos provinciales y locales, generando, a su vez, nuevos puestos de trabajo.