Información
para la prensa nro. 80/2003
Argentina defiende el acceso de
productos agrícolas en el mercado mundial
La Cancillería
argentina informó que en el día de la fecha, distintos
Miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) -Argentina,
Canadá, EE.UU. y Egipto- anunciarán su decisión
de solicitar consultas formales a la Unión Europea a raíz
de la moratoria que ésta aplica a la aprobación de productos
agrícolas transgénicos.
La Argentina, junto con otros grandes productores mundiales
de transgénicos, han optado por la instancia de la OMC para destrabar
la moratoria que de hecho constituye la Comunidad Europea, la cual se
basa en restricciones paraarancelarias -aplicadas sin fundamento científico-
y que la ha llevado a no aprobar en Europa el ingreso de nuevos productos
genéticamente modificados.
Nuestro país tiene una producción real y
potencial de transgénicos que justifica plenamente su participación
en todo foro o instancia en la que se trate el tema de los transgénicos:
actualmente, Argentina es el segundo productor en términos de
área cultivable sembrada con transgénicos, con el 23%
del total mundial (estimación año 2002). Esto representa
en nuestro país una superficie de 13,5 millones de ha. cultivadas,
que incluye el 90% de la soja, el 17% del maíz y el 1,07% del
algodón. Adicionalmente, la industria nacional de transgénicos
está firmemente orientada hacia la exportación.
La moratoria europea limita el crecimiento potencial de
la producción argentina, y carece del fundamento científico
que exige el Acuerdo sobre Medidas Sanitarias y Fitosanitarias -Acuerdo
SPS- para el mantenimiento de toda medida de estas características.
La existencia de información científica que convalide
el efecto nocivo en la salud de un transgénico sería la
única base legal para limitar su comercialización.
Asimismo, una inobservancia de los estándares sanitarios
además puede constituir una infracción comunitaria a otras
importantes disposiciones de la OMC, tales como el Acuerdo sobre la
Agricultura, el GATT 1994 -que prevé la prohibición de
restricciones cuantitativas- y el Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos
al Comercio -Acuerdo TBT-.
Argentina considera que apartarse de los requisitos del
SPS es particularmente grave para los países en desarrollo ya
que la biotecnología es una respuesta formidable para el incremento
en la eficiencia de la producción agropecuaria de los mismos.
Esto es primordial para satisfacer las necesidades financieras y comerciales
requeridos para el crecimiento.
Cabe señalar que, además de las restricciones
resultantes de la moratoria europea, existen prohibiciones de importación
específicas en el ámbito de diferentes estados de la CE
que limitan el ingreso de productos argentinos, no obstante haber sido
ya aprobadas en el ámbito de la CE. Estas restricciones también
serán cuestionadas en el marco de las consultas que nuestro país
va a solicitar a las CE.
Argentina sostiene el concepto de "inocuidad"
de los transgénicos aprobados conforme a "prácticas
usuales de evaluación de riesgo". De ahí que se rechace
la discriminación de productos específicos como la sufrida
en algunos estados de la CE o la moratoria de hecho que anula y menoscaba
beneficios negociados en la Ronda Uruguay (no introducción de
distorsiones en los mercados mediante restricciones de hecho sin fundamento
científico).
Por último, participar en consultas no implica,
necesariamente, iniciar un procedimiento de Panel, sino que implica
comenzar a dialogar con la contraparte en relación con medidas
que, en este caso, afectan el desarrollo potencial de un sector de la
producción agropecuaria nacional.
13 de mayo de 2003