Entre los días 2 y 27 de mayo se reunirán en Nueva York los 188 países miembros del “Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares” (TNP) para celebrar la Conferencia de Revisión de este Tratado, que es convocada cada cinco años para abordar todos los aspectos de la problemática nuclear.
El TNP, que constituye la piedra angular en la lucha contra la propagación de armas de destrucción masiva, se basa en tres pilares: desarme, no proliferación y usos pacíficos de la energía nuclear. La adhesión al mismo permite juzgar la sinceridad y la firmeza de la política de no proliferación de cada país.
El TNP fue abierto a la firma el 1ro de julio de 1968 en Londres, Moscú y Washington y entró en vigor el 5 de marzo de 1970. Hoy alcanza a la totalidad del planeta salvo India, Israel, Pakistán y Corea del Norte.
La Argentina, que ingresó al TNP en 1995, enviará una delegación presidida por el Vicecanciller Jorge Taiana. Para nuestro país la importancia de la reunión no se agota en la defensa de las políticas de desarme y no proliferación nuclear, eje del sistema de seguridad internacional, sino también en la preservación del esquema sobre el que se apoya la industria nuclear local. Taiana expondrá la posición argentina en la tarde del 2 de mayo próximo.
La Conferencia tiene este año una particular relevancia porque a los habituales debates entre los países poseedores de armas nucleares (EE.UU., Rusia, Reino Unido, Francia y China) y aquellos que renunciaron a las mismas, se agrega la discusión en torno al programa nuclear de Irán, el descubrimiento de una red clandestina de tecnología nuclear liderada por el Pakistaní A. Q. Khan y el retiro del TNP de Corea del Norte, país que acaba de reconocer haber desarrollado armas nucleares.
La Argentina es el principal exportador de insumos nucleares de Latinoamérica y es el único país en vías de desarrollo que construye reactores de investigación nuclear. Reactores argentinos operan en Perú, Argelia, Egipto y Australia, fruto de adjudicaciones en distintas licitaciones internacionales en las que participaron empresas de Francia, Canadá, EE.UU., Japón y Alemania. Las exportaciones nucleares deben su éxito a la combinación de la calidad de la oferta y una política exterior comprometida con todas las herramientas de no proliferación. Las mismas serán revisadas durante la Conferencia en Nueva York.