Hoy, el Vicecanciller Roberto García Moritán visitó la ciudad de Georgetown para presidir la ceremonia de traspaso de la Secretaría Pro Tempore del Grupo Río a Guyana.
En su dicurso, el Embajador García Moritán hizo un balance de la labor desarrollada por el Gobierno argentino al frente de esta Secretaría, y destacó el interés en la continuidad del trabajo para fortalecer dicho Mecanismo de Consulta y Concertación Política que tantos servicios ha brindado a la democracia en nuestra región.
El año pasado se llevaron a cabo tres reuniones de Coordinadores Nacionales en las ciudades de Buenos Aires, Pilar y Bariloche. Estas dos últimas, seguidas de reuniones ministeriales. En estos encuentros se analizaron y debatieron los temas más estructurales de la agenda regional, al tiempo que durante todo el período se mantuvo la atención y solidaridad hacia los países que, como Ecuador, Nicaragua y Bolivia, presentaron motivos de expectativa sobre la evolución de su estabilidad institucional y gobernabilidad democrática.
En esos encuentros, los Coordinadores Nacionales trataron, entre otros temas, la agenda de la reunión ministerial del Grupo de Río con la Unión Europea; las acciones del Grupo de Río en el marco de la estabilización política de Haití; la puesta en marcha de mecanismos financieros innovadores para el desarrollo; la IV Cumbre de las Américas; el fortalecimiento del Grupo de Río como mecanismo de consulta y concertación política, y la existente multiplicidad de foros y eventos internacionales.
En su discurso de hoy, el Vicecanciller argentino se refirió al apoyo y sentimiento de solidaridad que se recibiera de los países integrantes del Grupo en relación con la reivindicación de las Islas Malvinas como parte de nuestro territorio nacional y agradeció especialmente el comunicado que el Grupo emitiera el pasado 10 de mayo, expresando su preocupación ante la inclusión de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur en el Anexo II relacionado con el título IV Asociación de los Países y Territorios de Ultramar de la Parte III del Tratado por el que se establece una Constitución para Europa, que días después se reiterara en términos similares en una declaración emitida el 27 de mayo en Luxemburgo, en ocasión de la XII Reunión Institucionalizada con la Unión Europea.
García Moritán recordó que durante los encuentros ministeriales de 2005 los Cancilleres abordaron diversos asuntos de la agenda política regional, en particular, la situación en Haití.
En aquella ocasión, el Representante Especial del Secretario General de Naciones Unidas para Haití, Juan Gabriel Valdés y del Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, hicieron un detallado informe sobre la realidad que se vive en ese país y resaltaron el compromiso y apoyo de su tratamiento en todos los foros internacionales, puntualizando el imprescindible papel que desarrolla la MINUSTAH para garantizar la seguridad en Haití.
Se coincidió entonces, como ahora, en la necesidad de asegurar el éxito del proceso electoral con comicios libres, transparentes, inclusivos, imparciales y conforme a derecho, manifestando la importancia de concretar la liberación de mayores recursos para el desarrollo de proyectos que aseguren el bienestar, los derechos humanos y las libertades fundamentales del pueblo haitiano con vistas al restablecimiento de la paz duradera en ese país, y se reafirmó el compromiso de seguir sosteniendo los esfuerzos de Haití en alcanzar una solución democrática y duradera a la actual crisis política, económica y social.
En cuanto a la situación de la democracia y la estabilidad institucional de los Estados miembros del Grupo, el Vicecanciller argentino remarcó que, a pesar de las profundas dificultades económicas, sociales y políticas que atraviesan muchos países del hemisferio, las resoluciones de esos conflictos han sido –en especial para el caso boliviano- realmente ejemplares.
Respecto de las circunstancias económicas en las que se desenvuelven los países de la región, en la reunión de Bariloche el Grupo de Río planteó con énfasis la cuestión de las necesidades especiales de las economías pequeñas y vulnerables y la importancia de superar los obstáculos que para los países en desarrollo implica el proteccionismo comercial –especialmente en el sector agrícola-, y el excesivo peso del endeudamiento externo.
También durante el año 2005, se reunió al Grupo de Río en la Ciudad de Mar del Plata, al finalizar la IV Cumbre de las Américas. Allí los Presidentes reafirmaron el papel del Grupo de Río como interlocutor privilegiado de la región ante otros países y grupos de países. Además, en la Declaración resultante, se volvió a subrayar la preocupación y ocupación por la situación de Haití, respaldando los esfuerzos realizados por las Naciones Unidas y la Organización de los Estados Americanos y, en particular, el compromiso de los países de la región que componen la MINUSTAH. El Grupo de Río, expresó así su compromiso de seguir cooperando solidariamente en el diseño de una estrategia de largo plazo para contribuir al desarrollo económico y social de dicho país caribeño.
Otro aspecto resaltado de la Declaración de Mar del Plata fue la incorporación de Belice como miembro del Foro.
Para finalizar, el Viceanciller argentino reivindicó la importancia que, desde sus orígenes, ha tenido el Grupo Río para la República Argentina, manifestando que “desde los albores de nuestra democracia, a principios de la década del ’80, supimos advertir la necesidad de contar con un instrumento propio que pudiera hacer frente a los problemas políticos e institucionales por los que atravesarían los países de nuestra región. Como todos sabemos, las difíciles circunstancias que le dieron origen –aquella transición inestable e imprecisa- fueron superadas con éxito. Son otros, los de este tiempo, los desafíos que debemos superar en pos de una mayor justicia social para nuestros compatriotas. Justicia social que solo se alcanzará con más y mejor democracia”.
Al concluir su dicurso de balance, destacó el inestimable apoyo que la República Federativa del Brasil y la República Cooperativa de Guyana, como integrantes de la Troika (integrada, según el orden de asunciones, por el país que tuvo la presidencia pro tempore, el que la tiene, y el que la tendrá) del Grupo de Río durante el año 2005, brindaron en toda ocasión para llevar adelante los progresos alcanzados.