El Palacio San Martín, histórica sede la Cancillería argentina, será este sábado uno de los protagonistas más destacados de la llamada Noche de los Museos, con su impactante arquitectura –única en su estilo-, su colección de arte –con piezas invalorables de arte precolombino-, documentos del archivo –uno de los más importantes de Latinoamérica- y el Museo de la Diplomacia.
La Cancillería que conduce Jorge Tiana ofrece -además de los numerosos ámbitos del Palacio- la posibilidad de disfrutar las actividades de música e instalaciones multimedia previstas para la ocasión, todo con entrada gratutita y siempre en el horario de 19 a 2, a través de visitas guiadas de 60 personas cada media hora, con acceso por el ingreso principal, Arenales 761.
Los guías acompañarán a los visitantes por las salas de arte, el archivo y el Museo, entre otros ambientes del Palacio que impactan por sus diferentes estilos decorativos y arquitectónicos, y terminarán su recorrido en el Salón Libertador, donde tocarán cuatro grupos musicales: habrá jazz, con Luis Nacht (20 a 20.30 hs), tango con Faim-Mantega (21.30 a 22 hs), folclore a cargo de Lazaro Mendolas (22.30 a 23 hs) y el grupo étnico Huncara (24.30 a 1.00 hs).
Durante toda la noche y en los intervalos sin música se proyectará en tres pantallas plasmas el documental denominado "Puerto Nuevo", producido por el INCAA, referido al proyecto de relocalización, modernización y digitalización del Archivo de la Cancillería.
En la Noche de los Museos, actividad que realiza el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires una vez al año desde 2004, participan además el Museo de Bellas Artes, el Histórico Nacional del Cabildo y el Histórico del Banco de la Provincia, entre otros, los que abren sus puertas al público nacional y extranjero para que puede recorrer gratuitamente las salas de exposiciones, asistir a visitas guiadas y conciertos de música.
· EL PALACIO ANCHORENA
Después de 1880, la pujanza de Buenos Aires, ya Capital de la Nación, intentó reflejarse en una imagen urbana que, despidiendo su pasado colonial y la arquitectura italianizante de mediados del siglo XIX, seguía los dictados de la Escuela de Bellas Artes de París. Por ese entonces la clase alta porteña comienza a mudarse desde las casonas del Sur hacia la Plaza San Martín, a la zona Norte, la Avda. Alvear, Recoleta.
El arquitecto Alejandro Christophersen (1866/1946) nacido en Cádiz, hijo del Cónsul de Noruega, se graduó en la Academia de Bellas Artes de Bélgica. En la Argentina trabajó para la clientela que toma a París como modelo, y construyó, entre otras residencias -Leloir (Libertad 1270), Barassi (Juramento y Zabala), Bolsa de Comercio- el actual Palacio San Martín entre 1905 y 1909, que se inauguró recién en 1911 . El momento de mayor apogeo del Palacio fue el festejo del Centenario, en 1916
La obra fue hecha a pedido de doña Mercedes Castellanos de Anchorena, con la finalidad de que en él vivieran ella, la familia de su hijo Enrique, y su hija Amalia de Anchorena, casada con Juan José Blaquier Oromí, por eso se trata de un conjunto exterior único que comprende tres residencias.
En su origen, la planta baja era para los depósitos, sala de máquinas, caldera y bodega. El lugar público de la casa, con halles, salas y salones de recepción, coincidía con la ubicación del piano. El primer piso correspondía a las habitaciones privadas y en la buhardilla estaban los ambientes de la servidumbre y los cuartos de trabajo.
Se destacan el Salón Dorado, que en la época de los Anchorena era el lugar de reunión de las mujeres, con su pintura en el techo de Michelle Rondenay, fechada en 1910, en una imagen que remite a la conquista de América y la Fortuna. Actualmente es el ámbito donde se firman tratados internacionales y se condecora a los extranjeros; el Salón Comedor, de un estilo del renacimiento inglés: las primeras negociaciones sobre Malvinas se llevaron a cabo aquí en 1982, y en ellas intervinieron Nicanor Costa Méndez y Haigg; y el jardín de invierno de los hombres, separado del de las mujeres.
Luego de la crisis de 1930, la familia ya no podía mantenerlo y lo vende en la suma de 1.500.000 pesos al Ministerio de Relaciones Exteriores, en 1936. Tres Cancilleres habitaron el Palacio: Enrique Ruiz Guiñazú (padre de la reconocida periodista Magdalena Ruiz Guiñazú), Juan José Cantilo y Jerónimo Remorino.
· EL MUSEO DE LA DIPLOMACIA
El museo de la diplomacia refleja la construcción de la historia de nuestra política exterior. Entre las figuras que forman parte de esta sala, se destaca la de Carlos Saavedra Lamas, Ministro de Relaciones Exteriores y Culto en 1932, quien fue el primer latinoamericano en recibir el Premio Nobel (de la paz) en 1936. A sus 58 años, recibió el reconocimiento por su mediación en la Guerra del Chaco
Por otro lado, dentro de la variedad de objetos que tiene el Museo, están los uniformes diplomáticos que se usaban entre fines del siglo XIX y la primera mitad del XX (hasta 1940 aproximadamente), de uso obligatorio para todo evento oficial ( negociaciones importantes, entrega de condecoraciones o medallas, en grandes recepciones formales, etc.) que cayeron en desuso a partir de los años ’50