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LA CANCILLERÍA INFORMA QUE SE CONCRETÓ LA PROVISIÓN Y EL RECAMBIODE PERSONAL EN LA BASE ANTÁRTICA MÁS AUSTRAL DE NUESTRO PAÍS

Martes 22 Enero 2008
Información para la Prensa N°: 
013/09

En la continuidad de la campaña nacional antártica de verano 2008 / 2009, cumpliendo con uno de sus objetivos más complejos, y en el marco de las políticas de Estado del Gobierno argentino con respecto a la Antártida, la Cancillería informa que se terminó de proveer hoy a la Base Belgrano II, las más extrema y aislada del sistema antártico argentino.

Belgrano II es una de las 6 bases permanentes del Sector antártico de nuestro país (hay 7 temporarias), y se puede acceder a ella únicamente en ésta época del año. Por eso, el 15 de enero arribaron a la base argentina el buque polar ruso de investigación “Vasili Golovnin” y el rompehielos ruso “Dranitsyn”, contratados por el Gobierno nacional para suplir parte de las misiones que habitualmente realizaba el Almirante Irízar, en reparación tras haber sufrido un incendio en abril de 2007.

Así, el “Dranitsyn” abrió la llamada “barrera de hielo”, es decir, las aguas antárticas congeladas, para que el “Golovnin” pueda acceder a la base Belgrano II y proceder al relevo de todo el personal (19 hombres reemplazaron a la actual dotación compuesta por 10 personas, entre científicos, técnicos y militares) y la descarga de combustible, víveres y medicamentos en la más austral de las bases argentinas junto a la San Martín.

Al mismo tiempo, algunos científicos y técnicos argentinos a bordo de los buques pudieron completar, junto a sus colegas de la Base Belgrano II, diferentes tareas científicas, de monitoreo y recambio de equipos vitales para el funcionamiento y el trabajo en la zona. Esos mismos especialistas seguirán viaje desde hoy a otras bases, tales como Orcadas, Jubany y Marambio, para hacer el abastecimiento correspondiente a cada una de ellas.

Hay que destacar que a partir de este año se desarrollará una mayor cantidad de actividades científicas en Base Belgrano II. Para ello se instaló una estación sismográfica (se emplazó el sismógrafo más austral montado en roca firme en esas latitudes) y nuevos sistemas para medir con más detalle los niveles de ozono.

En este caso, las actividades desarrolladas en Base Belgrano II fueron, entre otras el control de las instalaciones y equipamiento en general del laboratorio, se calibró el instrumento de medición de ozono, se concretó el lanzamiento de dos ‘ozono sondeos’ como training de los nuevos operadores, se realizó la coordinación de las actividades de magnetosfera y el control de espectrómetros (para medir la nivel de ozono en la atmósfera).

Además, en las tareas que concluyeron hoy, se realizó el montaje y puesta en servicio del equipo LIDAR (Light Detection And Ranking), que se utiliza para detectar y caracterizar las partículas atmosféricas en suspensión denominadas \"aerosoles\". El objetivo es detectar las nubes estratosféricas polares, que cumplen un rol importante en los procesos de la destrucción del ozono. El LIDAR utiliza un láser con un telescopio que apunta al cenit. Para ello se realizaron dos perforaciones al modulo laboratorio: una en el techo del mismo para instalar una chimenea que contiene dos vidrios de la calidad del cuarzo para la toma de datos diaria y una en la pared para realizar calibraciones del instrumento.

• LA PRESENCIA ARGENTINA EN LA ANTÁRTIDA Y SUS LOGROS CIENTÍFICOS

Nuestro país lleva 104 años de presencia permanente e ininterrumpida en la Antártida. Un 22 de febrero de 1904 se izó el pabellón nacional en la primera base antártica permanente del mundo, en las Islas Orcadas del Sur, donde la Argentina instaló un Observatorio Meteorológico y Magnético junto con la primera Oficina de Correos de la Antártida. Ello contribuyó a consolidar una presencia que la Argentina ya tenía en las regiones antárticas desde la época en que los foqueros criollos, hacia 1817.

La actividad de las bases permanente y temporarias que conforman el Sistema Antártico Nacional son una política de Estado y la muestra del compromiso de la Argentina con el afianzamiento de su soberanía en la Antártida, el fortalecimiento del Sistema del Tratado Antártico y su vocación por la investigación científica para cumplir los objetivos del Tratado Antártico y su Protocolo: paz, ciencia, cooperación internacional y la preservación del medio ambiente antártico.

Entre los logros científicos obtenidos en las bases de nuestro país se destaca el proyecto Genoma Blanco, llevado a cabo en cooperación entre el Instituto Antártico Argentino y el laboratorio Biosidus, y es una cabal muestra de las capacidades nacionales en materia de ciencia antártica. Científicos de ambas instituciones llevaron a cabo campañas que permitieron aislar más de 200 microorganismos altamente resistentes a ambientes extremos, de gran interés para la comunidad científica por su potencial para aplicaciones farmacéuticas e industriales.

El Tratado Antártico, concluído en 1959, proporciona la base del desarrollo de la ciencia, las actividades pacíficas y, fundamentalmente, la cooperación internacional en la Antártida. El Sistema del Tratado Antártico ha evolucionado en la regulación de casi todas las actividades susceptibles de ser llevadas a cabo en el continente blanco. Fue concebido para evitar escenarios competitivos en torno a los recursos de la Antártida, y, para ello, se ha erigido a la cooperación internacional de las 46 Partes Consultivas y Adherentes como elemento central de la actividad y las políticas antárticas.