Durante el 49° Período de Sesiones de la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer en el ámbito de Naciones Unidas, en nombre del Grupo de Río, integrado por 19 países del continente la Embajadora Juliana di Tullio, Representante Especial para los Temas de la Mujer de la Cancillería argentina, expresó la posición del grupo regional.
Este hecho es de especial importancia en el marco de la integración del continente y representa un paso más dado por el gobierno nacional en su polí-tica exterior.
La Comisión permite realizar una evaluación de la implementación de los compromisos asumidos en la Declaración y Plataforma de Acción de Bei-jing donde se reafirmó plenamente el reconocimiento, validez y vigencia de la misma. Asimismo se reiteró el compromiso de continuar con la implementa-ción de sus objetivos y medidas en favor de los derechos de las mujeres de nuestras naciones.
En su intervención la embajadora di Tullio expresó, entre otros concep-tos lo siguiente:
“Las dificultades con los cuales se han encontrado los estados para el avance de los derechos de las mujeres y su instrumentación centralmente son los que se refieren a patrones culturales profundamente arraigados, como así también ciertos actores que han intentado cuestionar los compromisos internacionales que hemos adquirido.
Los integrantes del Grupo de Río otorgan particular importancia a la Con-vención para la Eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.
Consideran fundamental promover la cooperación internacional en apoyo a los mecanismos de seguimiento de la Plataforma de Acción de Beijing.
Rechazan absolutamente el uso de medidas coercitivas unilaterales para pre-sionar política o económicamente a cualquier país, especialmente a los países en desarrollo.
Expresan preocupación por la discriminación que son objeto las mujeres es-pecialmente en la región las mujeres indígenas y afro descendientes.
Consideran imprescindible estimular la transversalización de la perspectiva de género en las políticas públicas.
La protección y promoción de los derechos humanos constituye un marco in-dispensable para lograr la igualdad de género.
Se comprometen a eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres en particular la violencia doméstica.
Expresan su preocupación por el aumento del fenómeno del tráfico y trata de personas y su vinculación con la pobreza.
Señalan como un fuerte obstáculo para el desarrollo sostenible de los estados de la región la pesada carga de la deuda externa y las políticas de ajuste.
Entienden que se requiere el reconocimiento del valor económico del trabajo doméstico no remunerado así como el fomento de las responsabilidades com-partidas en las tareas domésticas y cuidado de los niños.
Reconocen la necesidad de promover los derechos fundamentales de las mi-grantes.
Reconocen la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas frente a la pandemia de VIH SIDA, comprometiéndose a realizar campañas de concientización.
Reconocen el importante papel de las mujeres en los procesos de paz”.