Los cinco integrantes de la familia cordobesa que por su situación migratoria irregular se encontraban alojados –junto a otros seis argentinos– en dependencias de la Policía Migratoria estadounidense en el estado de Texas, emprenderán mañana el viaje de regreso hacia la Argentina y llegarán el sábado a nuestro país.
Tras las gestiones de funcionarios del Consulado argentino en Miami y luego de que ayer autoridades del Consulado en Houston visitaran a la familia cordobesa, las autoridades estadounidenses dispusieron hoy que los cinco integrantes del grupo familiar sean trasladados mañana al aeropuerto de Dallas para embarcarse en un vuelo de American Airlines que partirá el viernes por la noche hacia nuestro país.
En el aeropuerto de Dallas, la familia Walker se reunirá con la funcionaria del consulado de Houston, Valeria González, quien ayer visitó a los compatriotas oriundos de la cordobesa ciudad de Unquillo para brindarles toda la asistencia necesaria y ultimar trámites con las autoridades migratorias estadounidenses.
Las autoridades consulares argentinas intercedieron ante los encargados de la dependencia de la Policía Migratoria para que el grupo familiar se mantuviera en las mismas habitaciones y no fueran separados, les entregaron algunos objetos de uso personal que fueron requeridos por ellos y les ofrecieron tarjetas telefónicas para que pudieran seguir manteniendo un contacto fluido con sus familiares y amigos aquí en la Argentina. Al finalizar el encuentro, la familia Walker agradeció las gestiones realizadas por la Cancillería.
Los cinco miembros de la familia Walker (padre, madre y tres hijos, todos mayores de edad), ingresaron a Estados Unidos en el 2001 bajo el programa de exención de visados entonces vigente. Luego decidieron prolongar su estancia, contraviniendo la ley migratoria estadounidense y radicándose en el estado de Florida. Concientes de la precaria situación en la que se hallaban, contrataron los servicios de un abogado que los representó sin éxito en una petición de residencia. Fracasado ese intento, articularon una petición de refugio/ asilo que también fue definitivamente rechazada por la justicia estadounidense en agosto del 2005.
El pasado 22 de septiembre fueron aprehendidos y derivados al Servicio de Naturalización e Inmigración para su expulsión del país con destino a la Argentina, y alojados en dependencias de la Policía Migratoria, en un régimen de detención que es más favorable que el de encausados y condenados.
El 23 de septiembre el Consulado argentino en Miami fue informado de la situación por la novia de uno de los hijos, que también había sido detenida pero que se encontraba beneficiada con libertad bajo caución a consecuencia de su estado de gravidez. Inmediatamente, el cónsul actuante pudo confirmar la situación descripta y la jurisdicción ejercida por las autoridades de inmigración estadounidense. Inicialmente, la familia en cuestión fue alojada en Pompano Beach, jurisdicción de Florida. El 11 de octubre se conoció de su traslado al centro de detención migratorio del sur de Texas en Pearsall, en razón de haberse completado al superarse la capacidad del de Florida.
Se destaca que se encuentran en buena salud, en comunicación entre sí y con familiares y amigos del exterior del establecimiento.