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Palabras del Canciller de la República Argentina, Héctor Timerman durante la Reunión de la OEA, con el tema de la reestructuración de la deuda soberana, el caso argentino y sus consecuencias sistémicas, desde Washington, Estados Unidos.

Jueves 3 Julio 2014
Información para la Prensa N°: 
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Muchas gracias a todos ustedes, permítanme especialmente  agradecerle a los cancilleres y vicecancilleres; ministros de otras carteras, que están hoy presentes aquí, acudiendo a un llamado que hizo la República Argentina, de manera urgente, podríamos decir, ya que el viernes pasado decidimos que era importante venir a este foro a explicar la situación que está atravesando la Argentina, y que tiene efectos no solamente sobre nuestro país, sino sobre todos los países. Por lo tanto, mi agradecimiento a los cancilleres, vicecancilleres y ministros de otras carteras. También quisiera agradecerle al señor secretario general de la Organización de Estados Americanos, quien – en forma más que rápida y con mucha eficiencia y solvencia – estando él en otro país y no aquí en su sede logró convocar y ayudar a convocar a esta honorable asamblea.

 

Quiero hacer especial mención, además, a los países del CARICOM, porque sé que están teniendo, en este momento, una reunión de presidentes y cancilleres, en Antigua y Barbuda y a pesar de eso, muchos de ustedes están aquí presentes por solidaridad e interés en el tema que vamos a tratar.

 

Y finalmente, hablando de agradecimientos, expresar – en nombre de la Presidenta de la República Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, el agradecimiento a la presidenta Michelle Bachelet, de Chile, por las palabras que tuvo – durante su visita a los Estados Unidos, en relación al tema que nos convoca, que es el tema de la deuda argentina y sus efectos sistémicos. Justamente, en esta sala, fue donde expresó palabras contundentes, que creo que han sido escuchadas por la mayoría de ustedes.

 

Señoras y señores, estimados delegados, colegas, hoy leí que para la Argentina todos los temas son políticos, que este, en vez de ser un tema puramente económico, me refiero al tema de la deuda y cómo resolverlo, era también un tema político. Y creo que es verdad, que esto es no solamente un tema económico, sino fundamentalmente un tema político. Y es un tema político porque de lo que estamos hablando es del grupo de personas a la que nosotros denominamos fondos buitres, que utilizando medios políticos, influencias políticas, utilizando medios de comunicación, utilizando acciones de lobbies, utilizando muchos medios financieros quieren intentar controlar el sistema financiero internacional y adaptarlo a sus necesidades, adaptarlo para poder tener ellos el control de cómo se manejan las economías de nuestros países. Y no solamente las economías de nuestros países, sino también cómo se manejan los recursos naturales de nuestros países.

 

Ya lo dijo el Presidente de la República deL Uruguay, cuando expresó: “no solamente quieren la deuda argentina, también quieren los recursos naturales de la República Argentina”. Y entonces estamos hablando de soberanía  y así podemos seguir este tema, que es mucho más que un simple cálculo económico.

 

Es curioso, porque la Argentina pide esta reunión con el propósito de solicitar el apoyo de todos ustedes para pagar su deuda. Digo que es curioso porque si hay algo que sabemos los gobiernos, es que – en general – pedimos reuniones de este tipo para pedir ayuda para no pagar la deuda, decir que no se puede pagar la deuda. La Argentina quiere pagar la deuda, quiero que eso quede claro desde el principio; la Argentina está pagando la deuda; la Argentina hace diez años que está pagando la deuda. Y cuando digo la Argentina- señoras y señores – me refiero al pueblo argentino, porque la Argentina es el nombre de un país, pero los que pagan la deuda son los hombres, mujeres de nuestro país y de sus países, de todos los países del Tercer Mundo o países en desarrollo.

 

Nosotros antes, durante muchos años – antes de que asumiera el Presidente Néstor Kirchner – resolvíamos el problema de la deuda de una manera muy sencilla: pagábamos la deuda con nueva deuda, lo mismo que hicieron muchos de los países, que están hoy aquí presentes. Por lo tanto, siempre estábamos endeudados, siempre la deuda crecía y siempre estábamos de alguna manera sometidos a un sistema financiero, del cual no compartíamos sus principios básicos.

 

Ahora bien, este no es un tema teórico, sería muy sencillo si fueran dos profesores universitarios, que se juntan en una Universidad, y se ponen a discutir fórmulas económicas de cómo se paga una deuda externa o cuál es la mejor manera de resolver este problema, o cómo se distribuyen los recursos de un país. Sería muy fácil, muy sencillo porque entonces no afectaría a nadie, sería solamente un entretenimiento teórico de personas, digamos, con cierta preparación. Pero señores el tema de la deuda externa no es un problema teórico, es un problema práctico, es un problema político. Por eso están los cancilleres, hoy, aquí; por eso están los distintos gobiernos, por eso está la Asamblea de la Organización de Estados Americanos reunida, porque el problema de la deuda externa afecta a la gente. La Argentina ya pasó por un default, en el año 2001, la Argentina tuvo el mayor default de la historia, del que se tenga conocimiento en cualquier otro país. Y eso provocó pobreza en mi país, el índice más alto de pobreza de la historia de mi país; provocó desempleo, el índice más alto de desempleo del que se tenga memoria en mi país. También afectó la salud, afectó la educación, afectó el futuro de las generaciones, afectó a muchos chicos que vieron crecer, que crecieron viendo a sus padres sin trabajos, las familias se disolvieron, las madres quedaron a cargo de sus hogares, los padres no estaban. No conocían la ética del trabajo, porque no veían a sus padres con trabajo. Eso es el default, es eliminar de un niño la esperanza de un futuro mejor. Y esto no es un problema teórico, es un problema práctico y es un problema que los políticos debemos asumir y resolver.

 

Señores desde el año 2003, y también lo citó el secretario general, pero para mí es un orgullo citar al Presidente Néstor Carlos Kirchner, cuando dijo: “los muertos no pagan”. Para poder pagar un país necesita crecer, necesita desarrollarse, necesita tener los elementos necesarios para generar esa renta excedente, que le permita desendeudarse sin adquirir nueva deuda.

 

Y con ese espíritu ya desde entonces, el Presidente Kirchner, sabía que iba a llegar el momento en que la Argentina tenía que pagar su deuda, y en el año 2005 se realizó el primer acuerdo con acreedores: el 76 por ciento de todos los acreedores argentinos aceptaron la propuesta de mi país y comenzaron a cobrar. Y desde el año 2005 vienen cobrando, vencimiento tras vencimiento, sin ningún problema, sin ningún inconveniente.

 

Luego, en el año 2010, se realiza un segundo canje y hoy llegamos al 92,4 por ciento. Si una empresa con el 66 por ciento ya deja de estar en default, nosotros tuvimos el 92,4 por ciento de los acreedores que habían aceptado. Ahora, qué pasa. No contábamos con un pequeño detalle: los fondos buitres, los que quieren dominar este sistema, que habían comprado bonos en default, que nunca le habían prestado a la Argentina, que nunca habían trabajado por la Argentina, que simplemente desde una oficina, en Wall Street habían visto que estaban en peor condiciones, los más baratos y esos fueron los bonos que compraron.

 

Su éxito, el éxito de los fondos buitres, es la ruina de nuestros países. Cuando más arruinados estamos nosotros, más ganan los fondos buitres. No es solamente contra los países que los fondos buitres actúan.

 

Déjenme recordarles la historia del principal actor de este drama que vive la Argentina que se llama el señor Paul Singer. Lo cuenta el periodista Greg Palast en uno de sus libros sobre los fondos buitres.

 

Resulta que el señor Singer compra una empresa, que se llama Owens Corning, que se dedicaba a la fabricación de asbestos. Como ustedes saben, se descubrió que el asbesto produce cáncer y la mayoría de sus obreros, estaban enfermos de cáncer. Comienza un litigio por las reparaciones económicas de los obreros de esta empresa, así está relatado en el libro, y claro, la empresa baja de valor, la empresa entra en convocatoria de acreedores porque no pudo hacer frente a las demandas de los trabajadores enfermos de cáncer.

 

¿Qué hizo el fondo buitre de Paul Singer? Compra la empresa por monedas, como compraron los bonos argentinos. ¿Y qué hace luego? Utilizando lobbies políticos, utilizando medios de comunicación adictos, utilizando mucho, mucho dinero, logra dos acciones: una, es hacer creer que la gente crea que los obreros no estaban enfermos, sino que exageraban en su enfermedad. Y, dos, que las leyes de este país, de Estados Unidos, reduzca el tope de las indemnizaciones, con lo cual la deuda de la empresa se redujo considerablemente.

 

Cuando logró todo eso, vendió la empresa y ganó 1.000 millones de dólares. Los obreros se murieron de cáncer. Eso es de lo que estamos hablando. Ese señor Paul Singer, es uno de los que acciona contra la República Argentina.

 

Argentina, a pesar de estar pagando desde hace 10 años al 92,4 por ciento de sus acreedores, 76 por ciento primero, sufrió el acoso de estos fondos buitres, no solamente a través del lobby político acá en los Estados Unidos, no solamente a través de los medios de comunicación que ponían a la Argentina como uno de los países más, por llamar la atención, parecía un país que estaba fuera del sistema mundial, que era el peor de todos, el peor alumno de la clase, de la escuela, que teníamos amigos peligrosos, nos comparaban, no es cierto, decían “no, tiene amigos, miren quiénes son amigos de la República Argentina”. No solamente llevaron adelante toda esa campaña, sino que realizaron 900 embargos contra la República Argentina. Perdieron los 900 embargos, porque la Justicia falló a favor de Argentina porque eran todos bienes que tenían soberanía, tenían inmunidad soberana.

 

Pera darles un ejemplo: embargaron la casa del Libertador General San Martín en la República de Francia, un monumento histórico que hace a nuestra identidad como Nación; embargaron la Fragata Libertad, que hoy está en la hermana República de Cuba anclada visitando ese país. Y la embargaron sabiendo que iban a perder y que en definitiva iba a ser liberada, pero lo hacían para que aparezcamos en los diarios como el no pagador, como el recalcitrante incumplidor cuando le estábamos pagando al 92.4 por ciento de los acreedores y ellos solo representan al 1 por ciento de nuestros acreedores. Embargaron un satélite científico, porque la Argentina, a pesar de lo que muchos medios en este país dicen, es uno de los países con más desarrollo tecnológico de la región. Estábamos lanzando el satélite al espacio que iba a medir determinados elementos que iban a favorecer a todos los países de la región con quienes compartíamos los datos en la producción de alimentos, lo embargaron, yo estaba el día que lo embargaron en California y tuvimos que esperar 48 horas hasta que un juez levantara el embargo.

 

Así que, hay una campaña contra mi país, pero no solamente en contra de mi país, lo que pasa en la Argentina, ya se realizó en África también. Un fondo buitre en África, confiscó los alimentos donados por otros países hasta que sea saldada la deuda de bonos que habían comprado.

 

Les puedo dar muchos ejemplos de lo que hacen los fondos buitres, por ejemplo, comprar bonos de Yugoeslavia, un país que no existe y querer cobrarlos por la venta de tractores que nunca se entregaron. Un país de África compra en Yugoeslavia tractores, los tractores no se entregan, los bonos se emiten, el país desaparece y resulta que una Corte de los Estados Unidos falla a favor de los bonistas y de estos fondos buitres y ahora hay un país en África que tiene ese problema, que tiene que pagarle a alguien que ni siquiera había nacido, tal vez cuando ese contrato se firmó.

 

Yo voy a ser corto en mi exposición. Simplemente decirles que la Argentina ya cuenta con el apoyo de la mayoría de los organismos internacionales, la UNASUR, el CELAC, el G-77, el MERCOSUR y espero que también la Organización de Estados Americanos. Pero miren qué curioso: qué importante será el tema que por primera vez en la historia seguramente, dos organizaciones coinciden en que este tema debe ser resuelto a favor de los pueblos que sufren estas medidas de los fondos buitres.

 

Estoy hablando ni más ni menos que de la Internacional Socialista y del Fondo Monetario Internacional. Díganme si alguna vez estuvieron en una asamblea donde un país pide pagar, quiere que lo apoyen para pagar su deuda y que dos organismos como la Internacional Socialista y el Fondo Monetario coincidan en que ese debe ser permitido pagar sus deudas.

 

Estando ahí sentado leí que nuestro querido amigo, el Secretario General de las Naciones Unidas, de la ONU, le pedía a la Argentina que si llegase a entrar en default no abandone los planes de ayuda social.

 

Puede quedarse tranquilo el señor Ban Ki-moon y le agradezco su preocupación: la Argentina jamás, tenga que hacer lo que tenga que hacer, va a abandonar al pueblo argentino para favorecer a los fondos buitres. Queremos pagar, no vamos a saltar por una ventana, no vamos a liquidar a nuestro propio pueblo para que cobren los fondos buitres. Vamos a seguir negociando, sí señor. La Argentina siempre negoció. Más, si hoy en día quieren entrar en el canje, están invitados, el canje está abierto, en las mismas condiciones que entraron el 92,4 por ciento de los acreedores. No, los fondos buitres nunca quieren lo mismo que quieren los demás; quieren más.    

 

Así que, yo les digo lo siguiente para concluir y dejar a mi colega y amigo Axel Kicillof que hable: no vamos a aceptar una extorsión; no vamos a aceptar medidas contra el pueblo argentino; vamos a negociar y no nos vamos a suicidar.

 

Muchas gracias a todos ustedes. (APLAUSOS)

 

 

 

 

  

 

Información para la prensa Nº 173 /14

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