El canciller argentino Jorge Taiana aseguró esta mañana, al hacer uso de la palabra en la clausura de la frustrada reunión ministerial de la Ronda de Doha para el desarrollo, que el desafío de todos los países es "volver a las fuentes de las que no debimos apartarnos. Tenemos la obligación de aportar liderazgo y voluntad sobre bases realistas que reconozcan los límites políticos que cada uno tenemos. Estamos seguros que con ese cambio de actitud y las correcciones y mejoras a las propuestas de modalidades que hemos sugerido, podremos avanzar con determinación hacia la fase final de la Ronda y cumplir con el objetivo de promover el desarrollo que nos hemos fijado en Doha".
El jefe de la diplomacia argentina reiteró así en le discurso de clausura luego de 9 días de frustrantes reuniones a nivel ministros en Suiza la postura de nuestro país: "Esperábamos alcanzar beneficios concretos de mejoras para nuestro comercio internacional, ya que esta era la Ronda para el desarrollo de los países como el nuestro. Desde hace mucho tiempo venimos señalando desde la Argentina que varios aspectos de los borradores no estaban equilibrados y que había por parte de los países desarrollados muy poca disposición a hacer concesiones en comercio; al tiempo que tenían mucha ambición en solicitar beneficios para ellos".
Taiana reiteró que "La Argentina seguirá trabajando arduamente como lo ha hecho hasta ahora, incluyendo la participación activa en las reuniones formales e informales y mediante la presentación de propuestas, individualmente o en conjunto con otros países y grupos de negociación. Estamos comprometidos con el sistema multilateral de comercio, porque creemos que sus reglas y disciplinas permiten brindar previsibilidad a las relaciones entre las naciones y estimular el proceso de inversión, particularmente en los países en desarrollo. La ausencia de esas normas se traduciría en el reino del más fuerte y en la agudización de conflictos".
El canciller argentino también se lamentó que después de tantos esfuerzos, a lo largo de estos 7 años de negociaciones "no hayamos podido llegar a la aprobación de las modalidades de Agricultura y Bienes no Agrícolas, conforme a una estructura y contenidos basados en el Mandato Negociador, en los acuerdos ministeriales, en particular los de Hong Kong, y en los principios que dieron lugar a que a la Ronda Doha se la denominara Ronda del Desarrollo".
Argentina planteó públicamente en la sede de la OMC, por medio de su Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, que el fracaso por no lograr un resultado positivo se deben a que hay problemas de sustancia y de proceso.
En cuanto al proceso, Taiana aseguró en su participación que "no cabe duda que faltó una discusión profunda, de carácter horizontal de abajo hacia arriba. Este proceso debió involucrar a los altos oficiales desde los primeros meses de este año, a fin de reducir divergencias y dejar sólo algunos temas principales y controvertidos para decisión de los ministros. Dentro de ese proceso, que requería una amplia participación, debió asegurarse la integración a las consultas y discusiones informales de aquellos miembros con las mayores sensibilidades en algunos temas. Como sabemos, en las consultas de esa naturaleza, particularmente en NAMA, se optó por el camino inverso, con lo que se perjudicó seriamente la transparencia. Ello condujo a que se obrara en base a suposiciones y no a certezas de los problemas que se debían enfrentar".
En referencia la sustancia hay una diferencia de grado en la presentación de los problemas. Para Taiana, "En Agricultura se trabajó, hasta antes de esta reunión, sobre la base de una amplia participación, construyéndose los textos a medida que se identificaban claramente las posiciones y se verificaban grados de convergencia, hecho que permitió la identificación de opciones o rangos para la decisión. Aún así, es evidente que se requería una mayor maduración en temas centrales de importancia que debieron ser objeto de una profunda discusión por los altos oficiales en el proceso horizontal. Estos son el nivel final del Sostén Distorsivo Total (OTDS), los límites por producto en caja ámbar y azul, la reducción sustancial de las subvenciones al algodón, la mejora de las disciplinas de Caja Verde, de manera de evitar el incremento permanente del sostén total, la determinación precisa del nivel de expansión de las cuotas arancelarias en compensación por la designación de productos sensibles, la aplicación de un techo arancelario, la simplificación arancelaria, la eliminación de la salvaguardia especial, la liberalización del comercio de productos tropicales y la introducción de disciplinas en productos especiales y salvaguardia especial para los países en desarrollo, destinadas a preservar los medios de vida de los campesinos pobres y el desarrollo agrícola sin que ello afecte la continuidad y crecimiento de los flujos comerciales. Es de señalar que, sobre este último particular, no se visualizó la importancia del vínculo que tienen esas disciplinas con la reducción sustantiva de las distorsiones y la protección de los países de mayor peso comercial".
Taiana fue categórico al afirmar que sobre este aspecto "se insistió erróneamente en acentuar la presión sobre los países en desarrollo interesados, en lugar de negociar primero una significativa reducción de las subvenciones domésticas y de la salvaguardia especial de los países desarrollados. Si la negociación hubiese comenzado por estas últimas cuestiones se habría dado mayor seguridad a los países en desarrollo de que sus mercados no serían invadidos en el futuro por productos subvencionados, afectando negativamente las condiciones de vida de su población campesina. No cabe duda que esa era la manera correcta de visualizar el camino hacia el acuerdo".
El canciller argentino, finalmente, solicitó reflexionar sobre esta cuestión, "ya que tiene mucho que ver con la orientación de la negociación, que se ha ido apartando gradualmente de las premisas originales. A pesar de que el mandato de Doha sitúa en un primer plano el Tratamiento Especial y más Favorable para Países en Desarrollo, que comprende el principio de reciprocidad menos que plena en las reducciones arancelarias, la centralidad de la agricultura y el otorgamiento de flexibilidades, ya sea mediante excepciones o menores cortes arancelarios para cierto tipo de productos, ese tratamiento apareció seriamente cuestionado".
La Argentina sostuvo que la falta de sujeción o contradicción con el tratamiento especial para países en desarrollo es claramente evidente en el texto de NAMA. En acceso a los mercados los coeficientes y flexibilidades de fórmula suiza propuestos llevan a un mayor porcentaje de corte arancelario para los países en desarrollo que para los países desarrollados, lo que significa invertir la reciprocidad menos que plena.
"La propuesta del Presidente -concluye Taiana- no es la resultante de un intenso proceso de discusión y una síntesis de las distintas posiciones con sugerencias de convergencia sino directamente la instalación de un resultado sobre la base de tómelo o déjelo. Las flexibilidades aparecen, por otro lado, vinculadas a obligaciones de corte exageradas para países en desarrollo, limitadas en su alcance por la anticoncentración y vinculadas a la participación en acuerdos sectoriales de eliminación de aranceles. El nivel de compromiso que se propone para los países en desarrollo supera al compromiso de los países desarrollados en agricultura, violando las disposiciones del párrafo 24 de la Declaración Ministerial de Hong Kong, de un nivel comparablemente elevado de ambición en acceso a los mercados en Agricultura y NAMA".
Para nuestro país y en función de las razones comentadas, está claro que hay que introducir modificaciones a los textos para aprobar las modalidades. "En particular, el de acceso a los mercados de productos no agrícolas (NAMA), requiere de cambios estructurales para que pueda servir de base de negociación. Sólo una vez que se haya asegurado que cumple con los principios medulares de la Ronda, que se han comentado, y se hayan incorporado todas las posiciones negociadoras para la discusión, será posible progresar en la negociación NAMA" finalizó Taiana.
Hay 153 países miembros de la OMC -sucesora del GATT- que intentan organizar el comercio de varios miles de productos en condiciones que varían profundamente de una región a otra. Iniciadas hace siete años en Doha (Qatar), interrumpidas en 2006 y reanudadas en 2007, estas negociaciones tenían por objetivo reducir los derechos de aduana a fin de incrementar el intercambio comercial.