Durante un desayuno de trabajo del grupo “Unidos por el Consenso”, organizado por Italia en el marco de la 68° Asamblea General de las Naciones Unidas, el canciller Héctor Timerman reafirmó hoy en Nueva York la necesidad de reformar el funcionamiento del Consejo de Seguridad y no sólo su cantidad de miembros.
“No se trata de aumentar el número de miembros del Consejo si no damos una discusión política sobre cómo cambiar su funcionamiento,” dijo Timerman durante la reunión del grupo, del que participaron Italia, España, Colombia, Turquía, China, Canadá y México entre otros 14 países. “Para que pueda ser efectivo en mantener la paz y la seguridad internacional, hay que adaptarlo a la realidad de hoy, que es muy distinta a la de 1945. Lo que ocurre en Siria es una muestra más de la necesidad de ese cambio”, explicó.
Convocado por Italia, representada por la canciller Emma Bonino, el grupo “Unidos por el Consenso” se reúne anualmente en paralelo a la Asamblea General de las Naciones Unidas. En el mismo se buscan consensuar los distintos proyectos de reforma del Consejo de Seguridad, a fin de encontrar una posición común de peso dentro de las Naciones Unidas.
“Se necesita una discusión política internacional que ponga en marcha las reformas del Consejo. Que se entienda que para garantizar la paz global, el Consejo debe ser capaz de aunar voluntades y tomar decisiones efectivas que eviten mayor conflicto. Lo ocurrido en casos como Siria muestra cómo, cuando el Consejo se paraliza, la opción militar aparece como la única alternativa internacional. La idea de que se necesitan más muertes para detener a la muerte es derivada de la parálisis que se le impone al Consejo. Hay que tener una discusión política sobre cómo recobrar capacidad de acción,” dijo Timerman.
En el encuentro, que se realizó hoy en la Misión de Italia ante las Naciones Unidas, el canciller Timerman sintetizó la fórmula con la que la Argentina y otros países del grupo buscan encontrar una propuesta única de reforma. Esta propuesta, que cuenta con el apoyo de otros países por fuera del grupo, incluye, entre otros puntos, la eliminación del poder de veto de los cinco miembros permanentes del Consejo, el aumento sólo de la cantidad de miembros no permanentes y el sistema de mayoría absoluta como el único mecanismo de decisión.
En la reunión de hoy, Timerman también planteó que se tenga en cuenta el reclamo de los países africanos que señalan el desequilibrio de que África tenga un peso escaso dentro del organismo, aún si la mayoría de sus decisiones se refieren a situaciones relacionadas con el continente.