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Carlos Federico Ruckauf

Lunes 16 Septiembre 2002
Discurso del Sr. Canciller Carlos Federico Ruckauf
Asamblea General de las Naciones Unidas
Discurso ante la Sesión Plenaria de Alto Nivel

Señor presidente

Es para la Argentina y para mi un honor intervenir en este importante debate para considerar la cuestión de la nueva asociación para el desarrollo de Africa (NEPAD. La Argentina apoya plenamente esta nueva iniciativa que busca erradicar la pobreza en África y ayudar a sus pueblos en el camino del estado de derecho, del crecimiento y del desarrollo sostenible. Mi país comparte la premisa fundamental de la NEPAD: el vínculo entre paz y desarrollo, es decir que el desarrollo económico y social no son posibles sin un marco adecuado de paz y estabilidad. La realidad en África y en otras partes del mundo nos enseña diariamente, que mientras las necesidades básicas del ser humano permanezcan insatisfechas y subsistan profundas desigualdades, la amenaza de conflictos siempre estará latente.

Señor presidente

Durante siglos el continente africano se integró a la economía mundial como proveedor de mano de obra no calificada y de materias primas. El colonialismo, el enfrentamiento bipolar de la posguerra, el proceso de descolonización, el fin de la guerra fría y la globalización imprimieron dinámicas específicas a las que África intentó adaptarse sucesivamente, sin que lamentablemente la mayoría de los países hayan obtenido los resultados de desarrollo esperados. Pero no estamos hoy aquí para echar culpas al pasado sino para ayudar a superar las deficiencias estructurales que han impedido el desarrollo de África. La NEPAD implica una nueva visión y una toma de conciencia responsable por parte de los líderes africanos de la política y la economía regional y mundial.

La Argentina valora los objetivos políticos, económicos y sociales que los líderes africanos se han comprometido a alcanzar a través de la NEPAD. Entre dichos objetivos queremos subrayar la prevención de conflictos, la protección de la democracia y de los derechos humanos, la estabilidad económica, la revitalización de los sectores de la educación y la salud, con énfasis en la lucha contra el VIH/SIDA, la malaria y otras enfermedades transmisibles, la promoción del rol de la mujer, el desarrollo de la infraestructura, la agricultura y las manufacturas, una solución equitativa a la cuestión de la deuda externa y la inserción del continente africano en el comercio internacional. Los objetivos de la NEPAD merecen el apoyo de la comunidad internacional en general, de los países donantes y de las instituciones de Bretton Woods y de la Organización Mundial del Comercio. Las Naciones Unidas en particular, deben ser el portavoz de los países menos adelantados, más pequeños y más débiles.

Señor presidente

Vivimos en un mundo de contradicciones: la integración y la globalización coexisten con la fragmentación y la marginalización. La prosperidad económica sin precedentes alcanzada en los últimos años coexiste con la pobreza extrema en algunos lugares de África así como en otras partes del mundo, incluida la América Latina.

La quinta parte de la humanidad se ve obligada a sobrevivir con un solo dólar por día. A pesar de ello, la asistencia oficial para el desarrollo ha disminuido de manera constante. Creemos que debe ser incrementada. Creemos también que la relación entre la asistencia oficial para el desarrollo y la implementación de políticas es clave para que se registre un crecimiento económico sostenido en África. Combatir la inflación, el déficit fiscal, fomentar el ahorro y la inversión son medidas que están directamente relacionadas con la efectividad de la asistencia oficial para el desarrollo. A nuestro criterio, el apoyo no debe limitarse a la asistencia oficial para el desarrollo. Debe traducirse también en la liberalización del comercio que permita una verdadera inserción de los países africanos en el comercio mundial. Las barreras tarifarías toman nuevas formas como la fijación de estándares laborales, ambientales y medidas anti-dumping, enviando una señal poco alentadora para aquellos países africanos que están haciendo esfuerzos considerables para modernizar sus economías y conquistar mercados de exportación. Asimismo, el problema de la deuda externa merece una solución que sea sostenible y que no vaya en detrimento de la asignación de recursos a las áreas prioritarias del desarrollo como la salud y la educación.

Señor presidente

En materia de paz y seguridad, vemos con satisfacción los significativos avances alcanzados en los procesos de paz de Angola, Sierra Leona, Eritrea-Etiopía y en la región de los Grandes Lagos, con la activa participación de organizaciones regionales y subregionales africanas y el claro, efectivo y decidido involucramiento del Consejo de Seguridad a través de sus resoluciones. Creemos que la relación entre las organizaciones regionales y el Consejo debe ser profundizada y explorarse las posibilidades de cooperación a partir del capítulo VIII de la Carta de Naciones Unidas.

Señor presidente

Somos testigos de los esfuerzos que la mayoría de los gobiernos africanos están realizando para resolver de manera pacífica las disputas pendientes, fortalecer sus instituciones democráticas, promover los derechos humanos y reformar sus economías. Hoy queremos renovar nuestro compromiso con África. La Argentina siempre ha estado presente en África. Desde el inicio hemos apoyado el proceso de descolonización del continente y la lucha contra el apartheid.

Consecuente con el enfoque antes expresado que une paz y desarrollo, la Argentina ha procurado realizar aportes en materia de mantenimiento de la paz, asistencia humanitaria, buen gobierno y cooperación técnica y para el desarrollo.

Ya en la década del 60, la Argentina participó en la operación de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas en el Congo. Más recientemente, lo ha hecho en Angola, Mozambique y en la Misión de Naciones Unidas para Eritrea y Etiopía. Actualmente la Argentina está presente en MINURSO en el Sahara Occidental y en MONUC en la República Democrática del Congo. A través de observadores electorales, participó en la primera elección libre en Sudáfrica, en el referéndum de libre determinación en Eritrea y en las elecciones legislativas en Argelia en 1997.

Mi país presta asistencia humanitaria de manera directa o a través de los "Cascos Blancos" y fomenta la cooperación para el desarrollo a través de los fondos de cooperación. Asimismo, a través de la "Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur" que nuclea a 3 países latinoamericanos y 21 africanos y que la Argentina coordina desde 1998, ha propuesto una serie de iniciativas destinadas a profundizar la cooperación entre sus miembros En los últimos años la Argentina ha fortalecido la relación política e incrementado su relación cultural y comercial con África. Deseamos que esta tendencia de diálogo y cooperación mutuamente beneficiosa, se profundice aún más en el futuro.

Señor presidente

No quisiera concluir mi intervención sin manifestar el reconocimiento de la República Argentina hacia África, sin cuyo aporte sustancial y decidido compromiso con los propósitos y principios de la Carta de Naciones Unidas, prácticamente ningún cambio en áreas tan importantes como la descolonización, el desarme, el derecho del mar, los derechos humanos y el desarrollo, por citar sólo algunas, podría haberse realizado en esta Organización.

Muchas gracias Señor Presidente.