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Héctor Marcos Timerman

Miércoles 29 Junio 2011
Discurso del Sr. Canciller Héctor Marcos Timerman
Discurso del Canciller Héctor Timerman en la Cumbre del MERCOSUR

Señor Presidente de Paraguay, Señora Presidenta de Brasil, Señor Presidente de Uruguay, Señor Presidente de Ecuador, Sr. Vicepresidente de Colombia, Señores Cancilleres, Ministros.

Antes que nada, debo transmitirles al pueblo y al Gobierno de la República del Paraguay las más sinceras disculpas de la Sra. Presidenta Cristina Fernández de Kirchner por no poder acompañarnos hoy en esta Cumbre del MERCOSUR. Como ustedes saben, en virtud del episodio ocurrido el pasado día miércoles, por prescripción médica y a modo de prevención, se le ha desaconsejado realizar viajes en avión.

Señores Presidentes, la República Argentina entiende que ha sido el liderazgo de Paraguay y -en particular- del Presidente Lugo durante estos seis meses de presidencia lo que nos ha permitido reafirmar nuestro compromiso con el proceso de integración regional.

Argentina desea compartir tres ideas:

La primera de ellas tiene que ver la existencia de discrepancias entre los socios del MERCOSUR. A veces parece que nuestro bloque no tiene toda la armonía con la que debería contar un proceso de integración entre países hermanos.  Sin embargo, nuestra fortaleza no está en nuestra capacidad para suprimir los conflictos de intereses entre los Estados Partes. Nuestra fortaleza reside en nuestra capacidad de enfrentarlos y resolverlos, a veces por los canales formales del MERCOSUR y otras apelando, con toda la flexibilidad necesaria, al diálogo entre los Estados Partes.

La segunda idea es que debemos preguntarnos por algo que quizás parezca un poco iconoclasta pero que introduce una reflexión necesaria sobre los veinte años pasados del MERCOSUR y los veinte años por venir. Cuando firmamos un tratado comercial con un tercer país lo llamamos acuerdo de libre comercio.

Al MERCOSUR lo llamamos proceso de integración.  ¿Cuál es la diferencia? ¿Qué hemos hecho en estos veinte años para que el MERCOSUR sea algo más que un área de libre comercio o un proyecto incompleto de Unión Aduanera? ¿En especial, que debemos hacer en los próximos veinte años para que el MERCOSUR merezca el nombre de proceso de integración?

Para constituirse en un proceso de integración regional de verdad el MERCOSUR debe ser capaz de contemplar y posibilitar el desarrollo equilibrado de todos sus miembros. La República Argentina considera que para eso el MERCOSUR debe constituirse en un espacio económico, político y social donde la teoría de las ventajas comparativas no sea el único criterio para la elaboración de políticas de integración.

En estos años el MERCOSUR ha superado el test del crecimiento económico. Todos nuestros países han crecido a tasas históricas por períodos inéditos en cuarenta o cincuenta años

Ahora debemos enfrentar el desafío de que ese crecimiento se traduzca en un desarrollo equitativo dentro de nuestras sociedades y entre los Estados Partes.

Debemos seguir trabajando para ponernos de acuerdo sobre las condiciones para la participación de empresas de la región en los mercados de compras públicas. Existen importantes oportunidades para el desarrollo del Mercado Regional de Compras Públicas, teniendo en cuenta las necesidades de infraestructura de la región.

Hemos demostrado nuestro compromiso con esta negociación y esperamos que todos podamos mantener ese compromiso y, que -cuando llegue el momento- podamos realizar ofertas que preserven el equilibrio que se vio afectado al decidir la reapertura del Protocolo de Compras Públicas. Esperamos entonces poder aprobar el citado instrumento antes de la próxima Cumbre bajo la Presidencia Pro Tempore de Uruguay

Señores Presidentes, mi país entiende que el MERCOSUR debe ser un instrumento que ayude al objetivo mayor del desarrollo, de la reducción de las desigualdades, en definitiva, de la construcción de sociedades más justas. Es en este contexto que entendemos necesario priorizar los flujos de comercio intra MERCOSUR, incentivando así la producción regional y el trabajo digno.

La tercera idea tiene que ver con la integración del MERCOSUR al mundo.

Los acuerdos de libre comercio facilitan la integración del MERCOSUR a la economía global y abren mercados para nuestras exportaciones, pero también pueden encasillarnos en el rol de proveedores de materias primas y de productos con escaso valor agregado.

También en este caso la República Argentina entiende que debemos ver la relación del MERCOSUR con el mundo desde una concepción más amplia. El mundo es importante para el MERCOSUR. El MERCOSUR es importante para el mundo. Nuestra inserción en la economía internacional deber preservar los espacios de autonomía que nos permitan integrarnos como socios plenos y constructivos de la sociedad global.

Creemos que por primera vez desde que nos constituimos como naciones tenemos espacios de articulación propios para construir políticas públicas de integración, no solo en materia comercial, sino también social, cultural y de infraestructura.

Hemos dado pruebas sobradas de la seriedad de nuestro mensaje. Podemos afirmar que tenemos la madurez institucional y la capacidad para enfrentar los desafíos en conjunto, de resolver los problemas desde la región y por la región, sin ningún tipo de interferencia o intervención de terceros.

Ha sido nuestra América del Sur la que desplegó todos los esfuerzos para restablecer las condiciones que aseguren el pleno funcionamiento de la democracia, el estado de derecho y la reconciliación nacional en la hermana República de Honduras. La que en septiembre de 2010 dijo “nunca más” frente al intento de golpe de Estado ocurrido en la República del Ecuador contra el gobierno constitucional del Presidente Rafael Correa. La que ratificó su inquebrantable compromiso con la defensa y el mantenimiento de la institucionalidad democrática, el estado de derecho, el orden constitucional y la paz social con la firma del Protocolo de Guyana en noviembre pasado.

Así como hemos defendido unidos la democracia, también hemos defendido unidos nuestra soberanía. Quisiera agradecer a todos los Gobiernos aquí presentes el permanente respaldo a los legítimos, irrenunciables e imprescriptibles derechos de la República Argentina en la disputa de soberanía concerniente a la “Cuestión de las Islas Malvinas” y, haber expresado -una vez más- en esta Cumbre el interés regional en que la prolongada disputa de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, y los espacios marítimos circundantes, alcance cuanto antes una solución, de conformidad con la Resolución 2065 (XX) y con las sucesivas resoluciones que la ratifican.

Sin perjuicio de que la ocupación ilegal de esta parte del territorio argentino por Gran Bretaña ha sido protestada de manera ininterrumpida desde 1833, la República Argentina nunca ha dejado de manifestar su voluntad de negociar para encontrar una solución pacífica a la disputa. Lamentablemente nos hemos encontrado con la injustificada y sistemática negativa del Reino Unido a reanudar las negociaciones de soberanía con la Argentina, siendo aquél país el único responsable de la creación y perpetuación de esta anacrónica situación colonial.

En la sesión del Consejo del Mercado Común hacíamos referencia a un nuevo acto de agresión del Reino Unido que, a través de su Ministro de Defensa, demuestra su desprecio por el derecho internacional y desoye los reiterados llamados de la comunidad internacional a sentarse a negociar con la República Argentina.

Esta actitud militarista en el Atlántico Sur no sólo contrasta con la vocación de mi país de alcanzar una solución pacífica del conflicto sino con la decisión que oportunamente hemos adoptado en conjunto de declarar al MERCOSUR como una Zona de Paz.

La República Argentina no aceptará, bajo ningún concepto, provocaciones belicistas y continuará cumpliendo con sus obligaciones de miembro responsable de la comunidad internacional, actitud que se contrapone con la del Reino Unido que se escuda en sus privilegios como miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y se considera exento de respetar sus obligaciones contenidas en la Carta de las Naciones Unidas. La República Argentina rechaza entonces a aquellos que apelan a un falso nacionalismo como distracción de sus problemas domésticos.

Señores Presidentes, ante lo que entendemos como una nueva afrenta a toda la región, les hemos elevado el proyecto de Comunicado que será considerado más adelante en esta reunión. En el mismo, el MERCOSUR rechaza enérgicamente las declaraciones del Ministro de Defensa respecto de la disposición de aviones de combate y poder naval en la zona de las Islas Malvinas y reitera el respaldo a los legítimos e imprescriptibles derechos de soberanía de la República Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes. Permítanme entonces agradecer el respaldo que todos los gobiernos aquí presentes nos brindan en forma permanente.

La democracia y el respeto irrestricto de los derechos humanos están en el “ADN” de la patria grande. Permítanme entonces saludar que hayamos avanzando en la plena implementación del Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos del MERCOSUR -que como todos ustedes saben tiene sede en el Edificio de la Ex Escuela Mecánica de la Armada en la República Argentina- y que en esta reunión el Consejo del Mercado Común hayamos declarado como “Ciudadana Ilustre del MERCOSUR” a Estela de Carlotto.

Hemos aprendido de Estela y de las “abuelas de Plaza de Mayo” que -sin miedo y con dignidad- hicieron frente al autoritarismo y al terrorismo de estado. Estela representa la firme decisión de las “abuelas” de localizar y restituir a sus legítimas familias a todos esos niños secuestrados y desaparecidos por la represión política en la dictadura militar. Representa la lucha para que “nunca más” se repita tan terrible violación de los derechos de los niños; para que se castigue a todos los responsables de esas conductas aberrantes, para que tengamos “nunca menos” que memoria, verdad y justicia.

En síntesis, este vigésimo aniversario del MERCOSUR nos brinda una oportunidad propicia para reafirmar nuestro compromiso con la “integración profunda”; con una integración política y social basada en la vigencia de los sistemas democráticos, el respeto irrestricto de los derechos humanos y la consolidación de una zona de paz en la región. Un MERCOSUR que -sin descuidar los aspectos económicos, comerciales y productivos de la integración- prioriza la adopción de políticas públicas regionales en materia de lucha contra la pobreza; inclusión y cohesión social;  integración educativa y respeto a la diversidad cultural.  

Muchas gracias.