Señoras y señores,
Es para mí motivo de particular satisfacción participar de la apertura de esta VII Cumbre Hemisférica de Alcaldes 2013, a la que nuestra Cancillería otorga especial relevancia. Sin dudas, como aconteció en las anteriores ediciones, será un foro de excelencia en el cual se piense y se debata sobre los principales desafíos que tanto el presente como el futuro plantean a los gobiernos locales de América Latina y el Caribe.
Ya es casi un lugar común la referencia a que nuestra Región está viviendo una suerte de edad de oro de las políticas de integración y cooperación entre nuestros países, luego de casi dos siglos de darnos continuamente la espalda, olvidando el sabio consejo del Martín Fierro de que los hermanos sean unidos como ley primera.
A la falta de diálogo, la desconfianza, las divisiones y las apuestas a alianzas individuales de nuestros países buscando socios extrarregionales, le ha sucedido una feliz e inteligente era de fluida comunicación, crecientes niveles de cooperación e intercambio y la creación de importantes ámbitos de confluencia de las naciones latinoamericanas.
Desde la cartera a mi cargo, desarrollamos la agenda externa de la Nación con el convencimiento de que profundizar el proceso de integración regional –verdadero eje de nuestra política exterior- es un imperativo de los tiempos, que no solo se enmarca en el sueño fundacional de nuestros héroes de la Independencia, sino que además habrá de redundar en una mejor calidad de vida de nuestros ciudadanos.
Y dentro de ese inédito impulso integracionista, ha venido alcanzando una dimensión política de suma relevancia el capítulo referido a la integración entre los gobiernos locales, especialmente a nivel de alcaldías y municipios.
El cada vez mayor involucramiento de los gobiernos subnacionales, como actores políticos plenos del proceso de integración que vive hoy la Región, le ha dado al proceso un valioso dinamismo, multiplicando los escenarios de cooperación entre ellos y de coordinación y sistematización de acciones.
No puedo dejar de mencionar aquí la lúcida visión que tuvieron los ex presidentes Néstor Kirchner y Lula da Silva, cuando en el seno del MERCOSUR impulsaron la creación del Foro Consultivo de Municipios, Provincias, Estados Federados y Departamentos del MERCOSUR (FCCR), con el objeto de promover el protagonismo de los gobiernos subnacionales en el proceso de integración sudamericana.
Con estas premisas, aspiramos a que esta Cumbre Hemisférica, la segunda que se realiza en nuestro país, se conforme como un espacio de encuentro fecundo, donde esos y otros objetivos puedan desarrollarse adecuadamente, siempre en el entendimiento de que nuestros ciudadanos son y deben ser los beneficiarios últimos y centrales de todo proyecto asociativo.
Estimular el diálogo y la cooperación entre las autoridades de nivel municipal, estadual, provincial y departamental de nuestros países, proponer medidas destinadas a la coordinación de políticas para promover el bienestar y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, desarrollar entre sí planes de intercambio e integración en todas las áreas y acercar a los habitantes de la región al proceso de integración, son algunos de los resultados concretos que estamos seguros surgirán de ese esfuerzo.
Es importante establecer un relacionamiento entre los municipios y el escenario internacional. Las Cancillerías pueden ser la llave que permita que estos encuentros ofrezcan oportunidades para el fortalecimiento de una visión de conjunto distintiva que nos represente e identifique, teniendo como base la inclusión, la cohesión social y la participación ciudadana.
En este momento que vive la región –debido al impulso a las políticas de integración que se dieron a partir de la existencia de gobiernos con una fuerte afinidad política y filosófica- se da un contexto propicio para este tipo de eventos.
Creemos que foros como el que se celebrará en junio próximo en Iguazú, Provincia de Misiones, fortalecen tal interacción y contribuyen a consolidar un futuro común y solidario en un contexto mundial en el cual la voz latinoamericana, la voz de nuestra Patria Grande, suene con fuerza y hable un lenguaje común, que sea escuchada con atención y respeto.
El año pasado en la Cumbre que nos convocó en Santiago de Chile, se coincidió en la necesidad de avanzar en la descentralización de los municipios, y en el equipamiento de los mismos con recursos humanos eficientes, así como acceder a la infraestructura necesaria para “hacer frente” a las necesidades de la gestión de gobierno.
No cabe duda que la construcción de estos espacios de diálogo, intercambio y reflexión, en un marco de hermandad y sentimiento latinoamericano para trabajar juntos, nos permiten generar la sinergia necesaria para encarar estos desafíos superando el aislamiento.
Para terminar y al tiempo de desearles unas fructíferas jornadas de labor en junio próximo, reitero la importancia que esta Cancillería, en su condición de co-organizadora de esta presentación, asigna al Foro Cumbre Hemisférica de Alcaldes 2013 y VII Congreso Latinoamericano de Ciudades y Gobiernos Locales, en el marco de nuestra opción estratégica de inserción en el escenario mundial: la integración regional.
Muchas gracias.