Sr. Representante del Gobierno de la India
Sr. Gobernador de la Provincia de Río Negro, señor Miguel Saiz
Sr. Embajador de la República Argentina, Sr. Ernesto Carlos Alvarez
Sr. Presidente de la Comisión Económica de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación Argentina, Sr. Luis Borsani
Miembros de la Delegación Oficial de la Argentina
Miembros de la Comunidad de Negocios de la India y la Argentina
Señoras y Señores,
Me siento particularmente honrado y complacido por inaugurar este seminario en ocasión de la misión comercial argentina en la República de la India. Es la segunda vez que lo hago. Ocurrió lo mismo hace tres días, después de la reunión que mantuvimos con la comunidad empresarial de la India en Bombay.
En esta oportunidad, cuento con un mayor conocimiento de esta sociedad rica y multicultural, que constituye la mayor democracia del mundo y que es tan apreciada por el Pueblo argentino por su contribución a la historia y al progreso del mundo en tiempos antiguos y modernos.
El conocimiento o experiencia de los cuales estoy hablando proviene de los lugares que he visitado y de los diálogos que he mantenido con el Primer Ministro Manmohan Singh, el Ministro de Comercio e Industria, Kamal Nath, el Ministro de Estado para Asuntos Exteriores, Anand Sharma, y las autoridades del Estado de Maharashtra. Al mismo tiempo, debo mencionar los informes que recibí de la Comisión Conjunta de Alto Nivel que tuvo lugar ayer, con resultados positivos para nuestras relaciones económicas.
Permítanme compartir con ustedes algunos de los intercambios e ideas que fueron expuestas en nuestros encuentros. Considero que ello es del interés de las comunidades comerciales de ambos países, en tanto el progreso en nuestras relaciones mutuas y nuestras contribuciones para un mundo mejor derivarán del liderazgo de nuestros respectivos sectores público y privado, trabajando en estrecha coordinación.
Uno de los principales temas abordados en nuestro diálogo se relaciona con la situación económica de la India y la Argentina, países que han registrado un fuerte crecimiento por varios años consecutivos. Esta evolución consolida el incremento de nuestro comercio bilateral y abre nuevas oportunidades para la inversión y cooperación técnica.
No es necesario aclarar que nuestro firme crecimiento económico no es casual. Es el resultado de nuestras instituciones democráticas cada vez más fortalecidas, de nuestras sólidas políticas económicas y de nuestra adecuada integración a la economía mundial.
Respecto del marco institucional, cabe señalar que la India ha sido una democracia desde el inicio de la República luego de la independencia. En nuestro caso, hemos fortalecido la democracia y sus instituciones durante los últimos 23 años, recorrido que también han realizado prácticamente todos los países en América Latina tras largos años de inestabilidad. Esto significa que los empresarios y los ciudadanos pueden contar en nuestra región, especialmente en la Argentina, con un escenario de división de poderes, respeto a los derechos humanos y la predictibilidad que garantiza el imperio de la ley. La transparencia de los actos de gobierno y direcciones claras respecto de la política económica son consecuencia de esta evolución generada por decisión de nuestras respectivas sociedades.
Permítanme extenderme brevemente sobre nuestras políticas económicas, tema que fue parte de nuestras conversaciones con las autoridades indias. El Gobierno del Presidente Kirchner asumió en mayo de 2003 tras una larga depresión económica que duró cuatro años consecutivos y concluyó en una profunda crisis social en 2002.
Era necesario un cambio en la forma de abordar los asuntos económicos en la Argentina, y nosotros efectivamente lo llevamos a cabo. Implementamos así un plan basado en la solvencia fiscal, la prudencia monetaria, la flexibilidad del tipo de cambio, la inclusión social y el dinamismo exportador. Expandimos el rol del Estado para complementar la actividad del sector privado, a través del crecimiento de la inversión pública en infraestructura, la promoción de actividades productivas y el incremento de fondos destinados a la salud, educación, ciencia y tecnología, y desarrollo regional.
Como resultado de esta política hubo un cambio sustancial en los precios relativos con el consecuente crecimiento de la producción y la exportación de bienes transables. Ello ejerció un efecto multiplicador en las industrias de servicios y en la inversión privada. Estamos atravesando hoy el cuarto año de fuerte expansión de la economía, a una tasa promedio cercana al 9% anual del PBI, la mayor expansión de los últimos cien años. Esto significa que, al final de 2006, el crecimiento económico habrá alcanzado casi un 40% sobre el nivel de 2002. El PBI total superará los 200.000 millones de dólares, lo que representa un PBI per capita de 5.000 dólares o, medido en términos de Paridad del Poder de Compra, 12.000 dólares.
La inversión junto con el diálogo social con asociaciones empresariales y sindicatos ha sido la clave para expandir nuestra capacidad productiva y evitar presiones inflacionarias. En 2005, la inversión superó ampliamente el crecimiento del PBI, alcanzando en la actualidad un 23% del mismo.
Debido a las cifras que acabo de mencionar, el empleo y los indicadores sociales mejoraron gradualmente. En junio de 2006, por primera vez en una década, el desempleo rondó el 10%.
La exportación de bienes está aumentando a un ritmo del 16% anual. Para el final de 2006 alcanzará los 45.000 millones de dólares, mientras las exportaciones de servicios totalizarán más de 8.000 millones de dólares, prácticamente duplicando los niveles de 2002. La dinámica de la economía implica que las importaciones también están creciendo fuertemente, con un pronóstico de 33.000 millones de dólares para el 2006 en lo que respecta a mercaderías, y de 10.000 millones para la importación de servicios.
Resulta también importante destacar que la política presupuestaria, como resultado del crecimiento del ingreso impositivo, junto con el incremento moderado y selectivo del gasto público, condujo al cuarto año consecutivo de un superávit fiscal mayor al 4% del PBI desde 2002.
Este sólido desempeño fiscal fue acompañado por el establecimiento de metas monetarias, la estabilización del valor de la moneda y la acumulación de reservas internacionales. Al mismo tiempo, los superávit presupuestarios y el nivel de reservas facilitaron el repago y la reestructuración de la deuda pública, deuda que actualmente se ubica un 62% por debajo de la gran deuda que teníamos en 2002, que era mayor al 120% del PBI.
Con respecto a la participación de ambos países en la economía internacional, el tercer punto abordado en nuestros diálogos, hubo acuerdo en que resulta imprescindible la reestructuración sustancial del comercio y las finanzas internacionales.
Hemos evaluado la situación de la Ronda Doha en la cual la India y la Argentina comparten las visiones comunes del Grupo de los 20 (G-20) y del Grupo NAMA-11 en agricultura y bienes industriales respectivamente.
Hemos expresado nuestras coincidencias en que para tener éxito en dicha Ronda, los países desarrollados de la OCDE deberían abrir sus mercados, reducir sustancialmente sus subsidios internos y eliminar totalmente los subsidios a las exportaciones en el sector agrícola. Al mismo tiempo, no deben pretender mayores reducciones que las que ya se han ofrecido en los aranceles industriales de los países en desarrollo.
Hemos reafirmado nuestra determinación para continuar trabajando a fin de lograr un resultado equilibrado de las negociaciones que nos permitirá seguir implementando nuestras políticas económicas, con un adecuado grado de independencia y, al mismo tiempo, favorecer los procesos de integración entre los países en desarrollo.
Este ultimo punto resulta fundamental para promover el crecimiento económico. La India y la Argentina confían en el impacto positivo que el comercio Sur-Sur podría tener en el nivel de empleo y crecimiento de ambos países. Por eso aguardamos con gran esperaza la Ronda San Pablo sobre el Sistema Generalizado de Preferencias entre países en desarrollo (SGP), en la que ejerceremos nuestro liderazgo a fin de agilizar los mecanismos de la liberalización comercial.
El proceso de integración entre países en desarrollo está muy conectado con lo que estamos haciendo entre el MERCOSUR (nuestra Unión Aduanera de Sudamérica) e India, para garantizarnos preferencias mutuamente. Este proceso se encuentra muy avanzado y sólo resta la ratificación final de los parlamentos.
Además de nuestro diálogo y coincidencias sobre asuntos regionales y multilaterales, la visita de la Misión argentina a la India, que he tenido el privilegio de presidir, nos ha permitido adelantar cuestiones económicas y políticas bilaterales de gran importancia.
A nivel de la Comisión Conjunta, hemos advertido la importancia de continuar expandiendo y diversificando el comercio mutuo, que actualmente supera los 1.000 millones de dólares. Acordamos procedimientos sanitarios y fitosanitarios para facilitar el acceso a nuestros respectivos mercados. Conversamos sobre inversiones y cooperación en diversos campos, detectando oportunidades de interés mutuo. Entre los distintos sectores identificados, puede nombrarse la minería y la energía (prospección, exploración y explotación de petróleo, gas y depósitos de minerales), equipamiento de transporte, drogas farmacéuticas y medicamentos, tecnología de la información, medicina nuclear, tecnología espacial, agricultura y biotecnología, y producción de alimentos.
Durante la sesión de la Comisión Conjunta fue firmado un acuerdo de cooperación agrícola. Se propusieron otros acuerdos en materia sanitaria y fitosanitaria, biotecnología, investigación geológica y energética, los cuales están siendo considerados.
Como pueden ver, en estos tres días hemos abordado una gran cantidad de asuntos importantes a fin de promover nuestras relaciones bilaterales y regionales y, al mismo tiempo, fortalecer nuestra coordinación en el escenario internacional. Ambos gobiernos tienen coincidencias políticas sustanciales y la voluntad para avanzar en una agenda amplia y significativa para el beneficio de nuestros pueblos.
Proponemos firmemente a ustedes, representantes del sector privado, que nos acompañen en la materialización de las propuestas y oportunidades que se abren frente a nosotros. Estén seguros de que contarán con nuestro apoyo.
Muchas gracias.