- SEÑOR SECRETARIO DE ASUNTOS INTERNACIONALES DE LA DEFENSA
- SEÑORES EMBAJADORES DE LAS PARTES CONSULTIVAS Y ADHERENTES DEL TRATADO ANTÁRTICO
- SEÑOR SECRETARIO EJECUTIVO DEL TRATADO ANTÁRTICO,
- SEÑORES MIEMBROS DE LA PRIMERA EXPEDICIÓN ARGENTINA AL POLO SUR,
- SEÑOR DIRECTOR DEL INSTITUTO ANTÁRTICO ARGENTINO,
- AUTORIDADES NACIONALES,
- INVITADOS ESPECIALES, SEÑORAS Y SEÑORES:
Me es particularmente grato contar con todos ustedes en una nueva celebración del “Día de la Antártida Argentina”. Conmemoramos hoy la presencia permanente e ininterrumpida de la República Argentina en la Antártida, ejerciendo soberanía en el Sector Antártico Argentino desde hace 104 años. Un día como hoy se izó, en 1904, el pabellón nacional en la primera base antártica permanente del mundo, en las Islas Orcadas del Sur, donde la Argentina instaló un Observatorio Meteorológico y Magnético junto con la primera Oficina de Correos de la Antártida. Ello contribuyó, claramente, a consolidar una presencia que la Argentina ya tenía en las regiones antárticas desde la época en que los foqueros criollos, hacia 1817, partían desde Buenos Aires hacia los mares australes para cazar lobos de dos pelos en las islas posteriormente conocidas como las Shetland del Sur.
El establecimiento de la base en las Islas Orcadas del Sur fue el puntapié inicial de una visión nacional de la política antártica marcada por la presencia permanente y el desarrollo de la ciencia con la finalidad de preservar los derechos e intereses de la Argentina en la Antártida y de contribuir, con los desarrollos científicos, al beneficio de la humanidad en su conjunto.
No es sino con orgullo que uno puede decir hoy que la Argentina cuenta con seis bases permanentes y siete temporarias en la Antártida, todas en pleno desarrollo de valiosos proyectos científicos, que son parte de una política de Estado de la Argentina en la que la ciencia cumple un papel central, siendo también el motor principal de la cooperación con otros países en la Antártida. Actualmente, se trabaja con vistas a la construcción de un nuevo laboratorio en la Base Jubany y otro en Base Esperanza.
La cooperación internacional y la libertad de investigación científica con fines exclusivamente pacíficos constituyen elementos esenciales del avanzado sistema jurídico que regula toda la actividad antártica. Hoy es posible afirmar que el “Sistema del Tratado Antártico”, desarrollado a partir propio Tratado Antártico, ha evolucionado en la regulación de casi todas las actividades susceptibles de ser llevadas a cabo en la Antártida, y ha sido pionero en algunos conceptos, luego recogidos por otras organizaciones internacionales.
Este elaborado sistema jurídico y político fue concebido con sabiduría y prudencia para evitar escenarios competitivos en torno a los recursos de la Antártida, y, para ello, se ha erigido a la cooperación internacional en el elemento central de la actividad y las políticas antárticas. La misma sabiduría y prudencia habrán de seguir guiando las actividades de todos los países con genuina vocación antártica.
La Argentina está comprometida con una política de preservación del medio ambiente en las acciones que se desarrollan en forma cotidiana en bases, refugios y medios de transporte. Un aspecto que más recientemente ha renovado la preocupación en esta materia fue el hundimiento del buque Explorer en aguas antárticas. Más allá de la coordinación del ejercicio de “Búsqueda y Salvamento Marítimo” llevado a cabo por la Armada Argentina desde Ushuaia, la Dirección Nacional del Antártico de esta Cancillería estuvo a cargo de tareas de monitoreo de la zona del hundimiento, que afortunadamente no generó ni pérdidas humanas ni grave daño al medio ambiente.
En su condición de Miembro de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos, la Argentina impulsa una política decididamente conservacionista. Abogamos por una utilización racional de los recursos vivos, en particular con miras a la preservación y a la sustentabilidad de las pesquerías, fomentando la fiel observancia de los mecanismos multilaterales de inspección y de observación científica internacional como instrumentos idóneos para un adecuado control de la pesca en aguas antárticas y subantárticas, y demostrando su firme compromiso en combatir, de conformidad con el derecho internacional, el flagelo de la pesca ilegal en la región. En este contexto, destacamos que el esquema multilateral de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos constituye la única normativa aplicable en las aguas circundantes a las Islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur.
Parte de la evolución del Sistema ha sido, asimismo, la decisión de crear una Secretaría con carácter permanente, con sede en Buenos Aires. Nos complace que el Sr. Johannes HUBER, Secretario Ejecutivo, nos acompañe, como todos los años, en este acto. La Argentina continuará honrando la confianza depositada por las demás Partes Consultivas a través del continuado compromiso con el funcionamiento de la Secretaría.
En cuanto a la Campaña Antártica de Verano 2007/2008 actualmente en curso, el Gobierno nacional adoptó las medidas para su realización, a pesar de no poder contar este año con nuestro valioso Rompehielos Almirante Irízar, de manera que los proyectos científicos planificados pudieran llevarse a cabo, reabasteciendo a todas las bases permanentes y habiendo puesto en funcionamiento a las bases temporarias.
Quisiera poner de relieve las complejas y costosas actividades logísticas, a cargo de las Fuerzas Armadas, que desempeñan un rol esencial de apoyo a la organización y desarrollo de las tareas científicas en la Antártida.
De la misma manera, países amigos ofrecieron su asistencia logística a nuestro país. Reitero nuestro reconocimiento al Gobierno del Brasil por la colaboración brindada por el buque ARY RONGEL, y al Gobierno de Chile, por su valiosa asistencia, y a la República Popular China y la Federación Rusa por su excelente disposición a colaborar.
El Programa Antártico Argentino también ha continuado la ejecución de los emprendimientos cooperativos con otros países, como Alemania, Bulgaria, España, Italia, la República Checa y Canadá.
Con el mismo compromiso y esmero, se continuará trabajando con miras a las próximas campañas antárticas de la Argentina. Si bien somos conscientes de que, por algún tiempo no podremos contar con el Rompehielos Almirante Irízar, también somos plenamente conscientes de su importancia fundamental como medio logístico y como ámbito para el desarrollo de importantes proyectos científicos. El Ministerio de Defensa se halla abocado a su reparación con vistas a reincorporarlo a las campañas antárticas de nuestro país lo antes posible.
Quisiera, en esta fecha tan relevante para nuestro país, reseñarles algunos logros recientes del Programa Antártico Argentino:
- Durante 2007, se desarrolló un proyecto de investigación argentino-canadiense sobre el impacto del cambio climático global que tuvo su sede en la ciudad de Ushuaia, puerta natural de acceso a la Antártida, y que contó con el apoyo de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
- En el plano tecnológico, la Argentina está trabajando en la utilización de energías “limpias”, en particular la energía eólica, con el propósito de disminuir el uso de combustibles fósiles. Este proyecto es desarrollado con la participación cooperativa de la Cancillería, INVAP, el Ejército Argentino y la Universidad de Québec. El prototipo será puesto a prueba en Base Esperanza.
- En septiembre de 2007, se llevó a cabo el 4º Simposio Argentino y 3º Latinoamericano de Investigaciones Antárticas organizado por el Instituto Antártico Argentino, que contó con la presencia de más de 120 científicos de 9 países y la presentación de casi 200 trabajos.
- En octubre, se organizó en el Palacio San Martín la primera reunión del Comité Permanente del SCAR (Comité Científico de Investigaciones Antárticas) sobre Información Geográfica Antártica donde se reunieron más de 20 representantes de diferentes países miembros del SCAR.
- Un lugar destacado entre los enprendimientos científicos corresponde al proyecto denominado “Genoma Blanco”. Este proyecto, llevado a cabo en cooperación entre el Instituto Antártico Argentino y el laboratorio Biosidus, es una cabal muestra de las capacidades nacionales en materia de ciencia antártica. Científicos de ambas instituciones llevaron a cabo campañas que permitieron aislar más de 200 microorganismos altamente resistentes a ambientes extremos, de gran interés para la comunidad científica por su potencial para aplicaciones farmacéuticas e industriales. Se tratadel primer organismo cuyo genoma es secuenciado en su totalidad dentro del marco de un proyecto argentino, y fue hecho sobre la base de una cepa bacteriana descubierta en Caleta Potter, frente a la Base Jubany. Dada la relevancia de los resultados del proyecto, éstos fueron presentados a la Sra. Presidenta de la Nación recientemente, el pasado 6 de febrero.
La actividad antártica de la Argentina ha sido siempre destacada, y en este Año Polar Internacional, la Argentina continuará en este camino, con el mismo espíritu que guió a nuestros pioneros, como los miembros de la Primera Expedición Argentina al Polo Sur de 1965, a quienes hoy reconocemos en la persona de nuestro querido amigo, el General JORGE LEAL, que aquí nos acompaña.
Organizado por esta Cancillería, sesiona hoy en la Antártida Argentina una delegación de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, con la participación también de un miembro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y la Sra. Gobernadora de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
Todo ello muestra el permanente compromiso de la Argentina con la preservación de sus intereses y el afianzamiento de su soberanía en la Antártida, con el continuo fortalecimiento del Sistema del Tratado Antártico, así como su vocación por la investigación científica en un ámbito que representa desafíos permanentes, que son, a su vez, oportunidades para el descubrimiento, la innovación y el desarrollo de nuevos caminos en la ciencia que contribuyan a la consecución de los objetivos del Tratado Antártico y su Protocolo: Paz, ciencia, cooperación internacional y la preservación del prístino medio ambiente antártico.
MUCHAS GRACIAS.