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Rafael Antonio Bielsa

Viernes 21 Mayo 2004
Discurso del Sr. Canciller Rafael Antonio Bielsa
Cascos Blancos
Lanzamiento del proyecto binacional en la frontera argentino-paraguaya

Los héroes principales de cada uno de nuestros países nos lo enseñaron, y no solo con discursos, sino con acciones en las que lo arriesgaron todo: la unidad de la región es la única forma de que cada una de las banderas nacionales flameen en el concierto del mundo con el brillo digno de sus pueblos.

La unidad del esfuerzo hercúleo que cada uno de nuestros países realiza para salir de las situaciones creadas por aquellas políticas que estuvieron más atentas a los designios de los poderosos que al bienestar de la gente, constituye la herramienta imprescindible para intentar el camino de la autonomía, el crecimiento y la justicia.

Por eso, saludamos la idea que tuvieron los responsables de las políticas agrícologanaderas de la región cuando decidieron incorporar esta herramienta de la diplomacia, destinada a atenuar situaciones de tensión o conflicto, que constituye la iniciativa cascos blancos, como un apoyo al esfuerzo por construir acciones compartidas entre nuestras naciones que, además de mejorar las posibilidades de los productores locales, nos permitan presentarnos ante el mundo con mecanismos serios, medibles y contrastables de la calidad de los productos que consume nuestra gente y de los que enviamos a los mercados internacionales.

No se nos escapa el valor de los mecanismos que, como este, tienen el reconocimiento de los principales foros internacionales, como la ONU y la OEA, que a su vez certifican la seriedad de los proyectos encarados, que no solo incluyen la reacción temprana ante desastres de tipo natural o causados por el hombre sino también el compromiso en la lucha contra el hambre y la pobreza extrema, una de las metas del milenio trazadas por las naciones unidas.

Como titular de la cancillería argentina, de la que depende cascos blancos, saludamos en su momento la resolución del consejo agropecuario del sur, que decidió en octubre del año pasado en Montevideo utilizar este mecanismo de cooperación internacional, en este caso con un carácter marcadamente horizontal, para incorporarlo al programa regional de erradicación de la fiebre aftosa.

El esfuerzo mancomunado de nuestros gobiernos ha permitido vehiculizar políticas y preparar soluciones ante determinadas situaciones de emergencia, además de montar dispositivos de alerta temprana, en especial en zonas de frontera, complementariedad con las políticas de estado que ya implementan algunos gobiernos, como el argentino, ante la problemática de la aftosa y de cualquier dificultad que se pueda generar en la región.

La comisión cascos blancos diseñó con premura una propuesta de acción en base a la constitución del "voluntariado del sur", destinado a participar en los diferentes pasos de alerta y control de la presencia de aftosa. En base al modelo de acción que caracteriza la iniciativa, se dispuso la organización de misiones multinacionales de voluntarios destinada a contribuir al control de la enfermedad.

Así llegamos a esta jornada, en la que estamos poniendo en marcha, todos juntos, uruguayos y brasileños, paraguayos, bolivianos y argentinos, el proyecto binacional para la prevención y control de la fiebre aftosa en la frontera argentino-paraguaya.

Al disponer el despliegue de una misión binacional de voluntarios, atentos a ambos lados de la frontera, para alertar sobre cualquier indicador de la presencia de la enfermedad y con mecanismos técnicos de comunicación de todo tipo de novedad que se produzca, estamos dando un paso espectacularmente importante, una zancada de gigante en pleno sur del globo, ante un mundo en el que los países más ricos protegen a los suyos y pretenden obligarnos a desguarnecer a los nuestros.

La acción que estamos poniendo en marcha le muestra a las demás regiones de la tierra, en particular a los grandes consumidores de nuestros recursos, que hemos entrado de lleno en la construcción de mecanismos de defensa regional de nuestras riquezas y, además, que cumplimos con el compromiso de presentarnos ante el mundo con garantías de la calidad de los productos que ofrecemos. Ante las barreras para-arancelarias que intentas ponerle a nuestros productos, levantamos desde la región el ejemplo del trabajo, la seriedad a la hora de la producción.

Acá estamos todos juntos, porque el esfuerzo es mancomunado, de gobiernos y productores privados, de los responsables políticos y de los técnicos especializados. Y estamos todos juntos porque hoy arrancan paraguay y argentina, abriendo las tranqueras de sus fronteras para convertirlas en puentes de la solidaridad comprometida en el bien común de sus pueblos. Pero el paso siguiente será, seguramente, dar cumplimiento al mandato del consejo agropecuario del sur del pasado 8 de octubre de 2003, que decidió "avanzar en el desarrollo del programa regional para la erradicación de fiebre aftosa, con certificación regional internacional".

Estamos felices, por la muestra de seriedad que hoy damos ante el mundo, y también lo estamos porque una política de esta casa, arrimó su grano de arena el acercamiento de posiciones y contribuyó a este salto cualitativo de la región, nunca antes alcanzado en este tipo de actividades. Apreciamos que esto suceda justo en circunstancias en que la comisión interamericana de desarrollo social de la OEA (CIDES), proclamó a esta iniciativa como una "política exitosa" en la lucha contra el hambre y la pobreza, y cuando nos disponemos a someter a consideración de la próxima asamblea general de la organización de estados americanos, su modelo de acción para que las cancillerías de cada una de las naciones representadas en el organismo continental, o los organismos ejecutivos que consideren necesario, multipliquen la experiencia. No un simple sello, sino una herramienta en beneficio de las mayorías marginadas, de los sectores en problemas, de las poblaciones en emergencia.

Con esta forma de trabajar, ha quedado demostrado que, por medio de propuestas, articulaciones entre países y organismos, actividades y resultados, se puede armar una herramienta valiosa en materia de cooperación, financiación y movilización de recursos. En el caso de la lucha regional contra la aftosa, además de la incorporación de los restantes países del área al proyecto que hoy nos convoca en esta casa, junto a cascos blancos, seguiremos bregando por la capacitación y conformación de cuerpos de voluntarios.

Desde ya, comprometemos nuestro trabajo en la contribución del armado de la red de organizaciones no gubernamentales y de productores rurales que el cas decida incorporar como actores del proceso de control y lucha contra la aftosa, a la capacitación de las brigadas de voluntarios locales, a las organizaciones intermedias y de productores que así lo requieran, y a transferir a dichos sectores la tecnología necesaria para que puedan multiplicar el proceso de formación de efectores del programa regional de erradicación de la fiebre aftosa.

Y aunque este sea el escenario del abrazo regional de la lucha contra la fiebre, voy a aprovechar para saludar la decisión de nuestros gobiernos y sus organismos especializados en adoptar un mecanismo semejante en el combate contra el picudo del algodón. También es esto han hecho punta nuestros amigos paraguayos, junto a quienes haremos público el compromiso conjunto el próximo sábado 29 de mayo, día del trabajador rural de ese país hermano.

Quiero agradecer especialmente al ing. Agr. Miguel campos, secretario de agricultura, ganadería, pesca y alimentos de la república argentina, y al representante del ministerio de agricultura y ganadería de la república del paraguay. A los representantes de los países hermanos de Uruguay, Bolivia y brasil. Nos complace la presencia de los países del consejo agropecuario del sur y del comité veterinario permanente del cono sur, prácticamente "inventores" de esta criatura. Y, desde ya, el reconocimiento a las autoridades y técnicos de los servicios de sanidad animal del paraguay y de sanidad y calidad agroalimentaria de la argentina.

Un párrafo especial para el embajador Ceferino Valdez, uno de los hombres que ha hecho punta en la construcción de herramientas de cooperación internacional horizontal, al constituirse en coordinador de la iniciativa cascos blancos en la cancillería del paraguay.

Bienvenidos al trabajo conjunto, y si se nos permite citar a uno de os grandes de nuestra literatura, junto a José Hernández, podemos levantar la copa simbólica del abrazo regional, para mostrarnos unidos, como los hermanos "que si entre ellos se pelean, los devoran los de afuera".