Hoy 6 de noviembre de 2025 se cumplen doscientos cinco años del primer izamiento de la bandera argentina en las Islas Malvinas.
Desde los inicios mismos de su vida como nación independiente en 1810, la Argentina continuó ejerciendo jurisdicción sobre el vasto territorio que hasta ese momento había administrado España, incluidas las Islas Malvinas, a través del dictado de normas y del establecimiento de estructuras jurídicas y administrativas, incluido el fomento del desarrollo de actividades comerciales, la reglamentación de la explotación de sus recursos, la concesión de tierras y el establecimiento de población en las islas.
Con ese propósito, el 6 de noviembre de 1820, el Coronel de la Marina argentina David Jewett tomó solemne posesión de las islas Malvinas en nombre de las Provincias Unidas del Río de la Plata. En una ceremonia pública, el coronel Jewett -frente a los capitanes y tripulaciones de los buques de varias nacionalidades anclados en Puerto Soledad- izó la bandera argentina, disparó una salva de 21 cañonazos y leyó una proclama por la que hacía saber a todos los testigos acerca de la disposición de las autoridades de Buenos Aires de hacer cumplir la ley argentina en las Islas Malvinas. La proclama fue circulada entre las tripulaciones de los barcos presentes y, al poco tiempo, la noticia sería publicada en diarios de todo el mundo.
La toma de posesión formal de las Malvinas fue una manifestación, de carácter oficial y público, del efectivo ejercicio de la soberanía argentina, la cual tuvo amplia difusión en América y Europa, y no fue contestada por Gran Bretaña ni ninguna otra potencia extranjera.
Este acontecimiento se enmarca en la serie de actos realizados por el naciente Estado argentino, que evidencian la continuidad de la ocupación efectiva de las Islas Malvinas y su ejercicio de soberanía heredada de España, culminando con la creación, en 1829, de la Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas y las adyacentes al Cabo de Hornos en el Mar Atlántico.
Este ejercicio efectivo de soberanía se interrumpió el 3 de enero de 1833, cuando el Reino Unido usurpó las islas, expulsó a las legítimas autoridades argentinas y la población que allí vivía, quebró la integridad territorial de nuestro país y generó una situación colonial que se mantiene hasta nuestros días.
Ese acto de fuerza, contrario al derecho internacional de la época, fue inmediata y permanentemente protestado y nunca consentido por ningún Gobierno argentino a partir de esa fecha y, desde entonces y hasta la actualidad, las Islas son objeto de una disputa de soberanía con el Reino Unido, lo que es reconocido por las Naciones Unidas mediante la resolución 2065 (XX) de la Asamblea General. Sin embargo, pese a las reiteradas exhortaciones de las Naciones Unidas y a los innumerables llamamientos de la República Argentina, el Reino Unido continúa negándose a retomar las negociaciones para poner fin a la anacrónica situación colonial a la que se encuentran sometidas las Islas Malvinas.
La recuperación del ejercicio pleno de nuestra soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, respetando el modo de vida de sus habitantes y de conformidad con el derecho internacional, constituye un objetivo permanente e irrenunciable de todos los argentinos, tal como lo establece la cláusula transitoria primera de nuestra Constitución Nacional.
Hoy, al cumplirse 205 años del primer izamiento del pabellón nacional en las Islas Malvinas, y en el año del 60° aniversario de la Resolución 2065 (XX) de las Naciones Unidas, la República Argentina reafirma una vez más sus legítimos derechos de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, así como su disposición a reanudar a la mayor brevedad las negociaciones con el Reino Unido para dar fin a la situación colonial en la Cuestión Malvinas a través de una solución justa, pacífica y definitiva a esta controversia de soberanía.
