El Canciller Santiago Cafiero participó hoy de manera virtual de la Jornada Conmemorativa por el 30º aniversario de la firma del Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio ambiente, conocido como Protocolo de Madrid, organizada por España, ocasión en la que renovó el firme compromiso de la Argentina con la protección del medio ambiente antártico y los valores del Protocolo.
En su intervención en el Diálogo Ministerial sobre el futuro de la protección del proyecto antártico, del cual participaron autoridades de las partes consultivas del Tratado Antártico, el Canciller expresó que la Argentina es uno de los países más activos en la región antártica donde lleva más de 100 años de presencia permanente, la cual nos ha permitido ser testigos privilegiados de las severas consecuencias que están afectando al medio ambiente del continente antártico fenómenos globales como el cambio climático . Agregó que la efectiva implementación del Protocolo de Madrid a nuestras operaciones y actividades en la Antártida no es una tarea exenta de desafíos: cada año la totalidad de las actividades que la Argentina planea desarrollar es objeto de su correspondiente evaluación de impacto ambiental. A su vez, nuestro país ha consolidado un esquema de capacitaciones ambientales para todo el personal del Programa Antártico Argentino y desde 2003 existe la figura del Encargado Ambiental, a fin de permitir un correcto sistema de registros y controles ambientales en cada una de las bases antárticas, incluyendo la gestión de los residuos, los incidentes ambientales y las visitas turísticas.
Asimismo, el Canciller inauguró la mesa de diálogo sobre Recursos Naturales y Actividades Humanas. En su discurso ponderó la firma del Protocolo de Madrid, al que consideró como un instrumento central del sistema del Tratado Antártico para proteger el ambiente y los ecosistemas antárticos en un mundo que, desde hace algunas décadas, mira con creciente interés a la actividad humana y el acceso a los recursos naturales en esa región.
El Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente se adoptó el 4 de octubre de 1991 en Madrid, España, en el marco de la XI Reunión Consultiva Especial del Tratado Antártico, y entró en vigor el 14 de enero de 1998. La Argentina es signatario originario de este instrumento internacional. El objeto principal del Protocolo es la protección del medio ambiente antártico y sus ecosistemas dependientes y asociados, complementa al Tratado Antártico y designa a la Antártida como reserva natural consagrada a la paz y a la ciencia.
El Protocolo creó el Comité de Protección Ambiental (CPA), principal órgano asesor en materia ambiental del Sistema del Tratado Antártico. Este año, la Argentina completó cinco años ejerciendo la Vicepresidencia del Comité.