“Una organización que nos honra estando aquí, en este acto de forma virtual, y con su funcionamiento en Haití “, afirmó el canciller Felipe Solá quien entregó hoy el Premio Internacional de Derechos Humanos Emilio F. Mignone 2020 a la Fondation Devoir de Mémoire de Haití, una organización que se dedica al rescate de la memoria histórica, la verdad, la justicia, la solidaridad y a reforzar el Estado de derecho en ese país.
El ministro de Relaciones Exteriores dijo que “bajo la presidencia de Alberto Fernández el significado del premio es especial, porque el presidente le ha dado nuevamente centralidad a los derechos humanos y ha dicho que es transversal a todas las políticas del Estado”.
Señaló que la Fundación Devoir de Mémoire nació en 2013 “para luchar por una historia de terribles y trágicos sucesos que dejaron a varios de sus miembros con sus familias mutiladas” y “muchos de ellos habiendo sufrido cárcel y tortura. Pelear en Haití, por ello, tiene un valor enorme”.
“Reforzar la Justicia, la Verdad, la Memoria, el deber de la Memoria –ese es el nombre de la organización– y reforzar el Estado de derecho en Haití es algo que no puede dejar de reconocerse”, agregó.
La Fundación es además pionera en promover en Haití la difusión pública de testimonios históricos, con el fin de conocer la verdad sobre graves violaciones a los derechos humanos.
Acompañado por el secretario de Derechos Humanos de la Nacióm, Horacio Pietragalla, el jefe de Gabinete de la Cancillería, Guillermo Justo Chaves y la directora de Derechos Humanos del Ministerio, Cecilia Meirovich, Solá destacó la presencia en el acto de organismos de DDHH y la sociedad civil, y la familia de León Ferrari, el artista argentino que durante toda su trayectoria mantuvo un fuerte compromiso con el movimiento de derechos humanos de nuestro país y autor de la serigrafía “Carta a los generales”, que también recibirá la organización galardonada como reconocimiento,
Cuando la situación provocada por la pandemia lo permita, se invitará a un/a representante de la organización ganadora para visitar nuestro país con el fin de que conozca de primera mano la experiencia argentina en materia de Memoria, Verdad y Justicia, así como para que mantenga encuentros con organismos de derechos humanos y otros actores sociales.
El Premio Internacional Emilio F. Mignone, entregado anualmente desde 2007, tiene como fin el reconocimiento de nuestro país a instituciones y/o personas extranjeras, residentes en el exterior, que se destaquen en la promoción y protección de los derechos humanos en sus países de origen. El premio está inspirado en la figura y obra de del fundador del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Emilio F. Mignone, abogado, educador y dirigente central en el movimiento de derechos humanos que surgió en Argentina durante la última dictadura militar.
En consonancia con los objetivos de la política exterior de Argentina, esta distinción constituye una expresión más del rol protagónico y liderazgo internacional de nuestro país en materia de derechos humanos.
El Canciller también se refirió a Mignone y su familia –presente en la ceremonia – “un incansable luchador que en su dolor. Él, su esposa y su familia fueron capaces de pensar en el futuro. Además de denunciar, luchar y tener presencia permanente, ellos pensaron cómo organizar el futuro. Una muestra de profunda inteligencia estratégica”.
“Quienes pueden transformar el dolor en trabajo para que eso no vuelva a suceder, pasan a la historia. Así han pasado a la historia en la Argentina –un ejemplo de la lucha de derechos humanos en el mundo– las Madres y las Abuelas. Y todos los militantes que las acompañaron, pero ellas encabezando el problema desde el primer día más peligroso en adelante. Argentina tiene ese acervo, ese activo de coraje y de nobleza, que le ha servido para construir una política de derechos humanos para juzgar a la Junta”, afirmó.
El Canciller afirmó que “no se construye ninguna democracia sin respeto básico por los derechos humanos y eso incluye una sociedad plural y diversificada. Por supuesto también incluye permitir que la economía pueda generarle soluciones para aquellos que necesitan, del Estado o de la marcha de la misma, para tener una vida digna. Pero todo es un conjunto vinculado a una visión humanitaria de la vida”.
“El pasado nos enseña; puede haber sido terrible, pero está presente como peligro, hoy y para el futuro. Somos una comunidad que pelea por la vigencia de los derechos humanos. En este caso, en América latina y el Caribe, pero también en el mundo”.
Por último, Solá explicó que “con el trabajo de la Secretaría de Derechos Humanos hemos recuperado a un preso que estaba en Bolivia, Facundo Molares, de la manera más injusta, enfermo y agravada su enfermedad por las condiciones que el gobierno ilegal boliviano mantuvo para él durante un año. Por suerte hoy está internado en la Argentina, cerca de sus familiares. Me enorgullezco que lo hayamos podido hacer y agradezco enormemente al Gobierno de Bolivia”.