La crisis financiera internacional, en principio considerada limitada al mercado hipotecario de los Estados Unidos, ha repercutido con fuerza en la economía real de los principales países de la OCDE y, en consecuencia, al resto del mundo a través del ajuste en la demanda agregada global. Esta crisis, la más grave desde los años 30, también está impactando a los países en desarrollo, aunque su alcance total es incierto. Se pronostica una recesión en 2009 en el mundo desarrollado y una desaceleración en las economías emergentes. América Latina, que había crecido fuertemente en los últimos años, ahora enfrenta un descenso en los precios de las materias primas, lo que afectará sus exportaciones, inversiones, financiamiento y remesas. La crisis iniciada este año podría prolongarse a menos que se intensifiquen las políticas anticíclicas de los países de la OCDE y su disposición de cooperar con los países en desarrollo.
La crisis financiera: origen y perspectivas
Diciembre, 2008
Autor:
Sebastián Laffaye