La medida, impuesta a la mayoría de los exportadores a la UE -incluidos muchos proveedores de países en desarrollo-, recae sobre la importación de productos que abarcan la casi totalidad del sector siderúrgico. En consecuencia, aquellos bienes del sector que están fuera del contingente permitido deben abonar un arancel adicional del 25%.
“Nuestro Gobierno trabaja desde el primer día para que las empresas argentinas compitan en las mejores condiciones posibles. En ese contexto, este es un logro de singular importancia", aseguró el Canciller Jorge Faurie.
"Los argentinos estamos comprometidos en que la apertura de mercados y la promoción de exportaciones sean una prioridad absoluta”, afirmó el Secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Horacio Reyser.
En marzo de 2018, la Comisión Europea inició una investigación para la aplicación de medidas de salvaguardias para prácticamente todas las importaciones de productos de acero. Más de 300 posiciones arancelarias fueron agrupadas en 28 grupos de bienes investigados.
El argumento de la UE fue que las importaciones totales de los productos de acero investigados aumentaron abruptamente entre los años 2013-2017 debido a circunstancias globales como el exceso de capacidad siderúrgica mundial, el aumento de las medidas de defensa comercial adoptadas por terceros países sobre estos productos y las recientes medidas emprendidas por los Estados Unidos.
En el marco de mencionada investigación, Argentina solicitó y argumentó con éxito su derecho a quedar excluida de la aplicación de dichas medidas, lo cual fue concedido por la Comisión.
Esta decisión de la UE permite continuar exportando productos de acero al mercado comunitario que, en el período 2012-2017, registraron ventas por 188 millones de euros. Los principales productos exportados por Argentina son chapas y flejes de acero laminados, chapas de revestimiento metálico, productos de la línea de estañado y tubos de acero sin soldadura.