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Documento destacado: A 95 años de los Acuerdos de Letrán

Miércoles 28 Febrero 2024

Uno de los sucesos políticos más relevantes en el ámbito de las relaciones internacionales de la década de 1920 lo constituye, sin dudas, la firma de los Pactos Lateranenses entre la Santa Sede y el Reino de Italia. Estos acuerdos garantizaron la soberanía política y territorial del Papado en la Ciudad del Vaticano.

En el Archivo Histórico de la Cancillería contamos con una extensa documentación producida y remitida por la Embajada en la Santa Sede[1], actualmente en proceso de inventariado por nuestro equipo. En esta oportunidad, queremos destacar una copia en idioma original del Tratado y Concordato sellado entre la Santa Sede y el entonces Reino de Italia publicado en la “Gazzetta Ufficiale del Regno d’ Italia”. El acuerdo fue firmado el 11 de febrero de 1929 en la ciudad de Letrán. En representación de la Santa Sede fue encomendado el Cardenal y Secretario de Estado Pietro Gásperri, mientras que por el  Reino de Italia las gestiones fueron llevadas adelante por el líder fascista Benito Mussolini.

Estos acuerdos significaron, por un lado, el fin de la denominada “Cuestión Romana”[2], y por otro, la creación de la Ciudad del Estado del Vaticano, garantizando la independencia política y la plena soberanía de la Santa Sede frente al Reino de Italia, así como el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y el acuerdo sobre convenciones financieras entre muchas otras.

Dentro de los antecedentes históricos debemos remarcar que, hasta el año 1870, el Papa no era únicamente el Jefe Supremo de la Iglesia Católica, sino que además ejercía como soberano del Estado Pontificio. Es decir que Su Santidad estaba investido de dos poderes: un Poder Temporal, la soberanía sobre el Estado Pontificio (cada Papa le impuso su sello), y un Poder Espiritual, desde el cual desparramaba su autoridad sobre todas las comunidades católicas de la tierra gobernando a los fieles. En ese contexto, se estaba gestando un proceso paralelo de reunificación en la península itálica que culminaría con la anexión de Roma, disolviendo por la fuerza los Estados Pontificios.

Estos hechos dañaron severamente la relación entre la Iglesia Católica y el Reino de Italia, tensión que se mantuvo por más de cincuenta años. En ese marco, en 1871 el gobierno italiano presentó al Parlamento un proyecto que se transformaría en la “Ley de Garantías sobre las Prerrogativas del Soberano Pontífice y de la Santa Sede y sobre las Relaciones del Estado con la Iglesia” por la cual el Papa y sus sucesores estarían investidos de honores análogos a los de un soberano y tendrían permitido el uso, pero no la soberanía, de los palacios del Vaticano. El Papa Pío IX rechazó los postulados de la Ley y se declaró “prisionero en el Vaticano”. Los siguientes Papas (León XIII, Pío X, Benedicto XV y Pío XI) continuaron con la hostilidad y la oposición política al Reino de Italia. Debemos destacar que, pese a la situación de debilidad material, el papado continuó ejerciendo su influencia y poder como cabeza de la Iglesia Católica a la vez que la Santa Sede siguió siendo reconocida por la comunidad internacional como una entidad soberana.

La firma de estos acuerdos terminó de zanjar definitivamente la controversia entre la Iglesia Católica y el Estado italiano. El Primer Tratado contiene 27 artículos y profundiza en la avenencia en el derecho a la soberanía de la Santa Sede en la Ciudad del Vaticano[3], así como en reconocer a la Religión Católica como la fe oficial y principal de Italia.

El Segundo Tratado se refiere a la Convención Financiera que regularizó la indemnización que la Iglesia peticionaba en concepto de pérdida de rentas temporales desde 1870.

El Tercer Tratado es el Concordato que contiene 45 artículos que definieron las relaciones civiles y religiosas entre el gobierno y la Iglesia en Italia.

Dentro de la documentación de nuestro acervo, encontramos una serie de notas e informes enviados por el Embajador y Ministro Plenipotenciario argentino ante la Santa Sede, Alberto Blancas, al Canciller Horacio Oyhanarte. En un primer informe fechado el 20 de enero de 1929, previo a la publicación del tratado, el representante argentino analiza las trascendentes negociaciones que se están llevando adelante en Europa. En sus propias palabras: “La conciliación es la lójica (sic) consecuencia de una política positiva y la historia consagrará seguramente en sus Anales de la historia italiana y eclesiástica los nombres de PIO XI y MUSSOLINI.”

En una nota posterior enviada al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto y fechada el 20 de marzo, Blancas deja ver su impresión sobre el Pacto: “Esta política realista, es decir, que corresponde a las exigencias del momento, es obra del régimen que hoy gobierna Italia y la acción de Mussolini que ha podido llevar a cabo la solución de uno de los más graves y serios problemas que afectaba a Italia, es también una labor tan inmensa y compleja en medio del mundo moderno minado por la gangrena de doctrinas subversivas a todo orden social y que explotaban la política religiosa con fines disfrazados.” 

Es importante destacar que el trabajo de preservación y conservación de nuestro acervo, así como la identificación, clasificación y descripción archivística de sus documentos nos permiten garantizar el acceso de la ciudadanía a las fuentes históricas permitiendo la conservación de la memoria institucional de los organismos del Estado. En este caso, podemos observar nítidamente como pensaron, analizaron y operaron los distintos agentes estatales en el momento que transcurrían los sucesos políticos más relevantes de la época.

 

UBICACIÓN: AR-AHMRE-01-116AAH0009  

 

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Notas

[1] La sección incluye principalmente el intercambio de las comunicaciones entre la Embajada Argentina en la Santa Sede con el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Argentina, con la Secretaría de Estado del Vaticano, con diversas representaciones extranjeras y con Embajadas y Consulados argentinos en el exterior. La agrupación documental abarca el periodo 1901-1946 comenzando con las misiones diplomáticas encomendadas a Carlos Calvo. Los tipos de documentos contenidos en esta sección mayoritariamente son notas oficiales aunque también se hallan recortes de prensa, telegramas, folletos, informes, memorias, presupuestos y circulares diplomáticas entre otras.

[2] Disputa política surgida en 1870 entre el Reino de Italia y la Santa Sede en el marco del proceso de unificación italiana donde el Rey Víctor Manuel II de la dinastía Saboya procedió con la anexión de Roma transformando al Papa, en palabras del Pio IX, en un virtual “Prisionero del Vaticano”.

[3] La documentación incluye planos realizados a medida sobre la Ciudad del Vaticano, la Basílica y el Palacio de San Juan de Letrán entre muchos otros.

 

Galería: 
Portada
Trattato e Concordato
Il Messaggero
Gazzetta Ufficiale
Gazzetta Ufficiale_2
Planos1
Planos2
Planos3
Planos4
Planos5
Acta verbal del canje de ratificaciones- traducción