Uno de los pedidos más habituales que se realizan a los archivos de las Cancillerías, es el de identificar entre nuestros documentos los inicios de las relaciones diplomáticas con distintos países. Aunque parezca una tarea fácil, no lo es tanto. Los vínculos entre las naciones varían y se modifican por múltiples factores y, en muchas ocasiones, no es posible establecer procedimientos unívocos por los cuales se iniciaron sus relaciones bilaterales.
Por ejemplo, a lo largo del siglo XIX las naciones latinoamericanas han desarrollado diversos lazos entre sí en materia económica, política, militar, social, cultural, etc. Entre algunos países se han firmado tratados, convenios o protocolos que auspiciaban las intenciones de amistad, paz y cooperación entre los pueblos recientemente independizados. Al mismo tiempo, los primeros representantes diplomáticos acreditados en otros territorios y la apertura de Legaciones, daban cuenta del inicio de relaciones diplomáticas formales entre los distintos países.
No se trató, claro está, de caminos lineales y unívocos. Por el contrario, los procesos independentistas y la formación y consolidación de los distintos estados nacionales, producían cambios al interior de cada territorio que requerían de la ratificación o modificación de los acuerdos establecidos con anterioridad.
En el mes del reconocimiento de la independencia del Paraguay en el año 1852, compartimos con ustedes uno de los documentos que dan cuenta de nuestras relaciones con ese país. Se trata de las instrucciones dadas a Santiago Derqui en su calidad de Encargado de Negocios de la Confederación Argentina cerca del Gobierno del Paraguay, quien tuvo la misión de reconocer su independencia y firmar un Tratado de Límites y Navegación.