La ciudad de Buenos Aires fue sede, durante los días 28 y 29 de marzo pasado, de la Segunda Conferencia Internacional sobre Escuelas Seguras “Protegiendo la Educación de Ataques”. Como parte del encuentro, delegaciones de ochenta Estados, fondos, agencias y programas de Naciones Unidas, organizaciones no gubernamentales, académicos y miembros de las Fuerzas Armadas trabajaron sobre el tratamiento y la protección de escuelas y otros establecimientos educativos que están ubicados en zonas de conflicto armado.
El objetivo primordial de la Conferencia fue convertirse en un espacio dedicado a la evaluación del progreso alcanzado desde la adopción en 2015 de la Declaración sobre Escuelas Seguras (goo.gl/nATyZv). Con ese fin, se examinó el trabajo realizado por los Estados parte para proteger la educación de los ataques, haciendo un balance de la implementación de los compromisos contenidos en la Declaración, los cuales incluyen la continuación de la educación durante los conflictos y la utilización de las Directrices para Prevenir el Uso Militar de Escuelas y Universidades.
La apertura de la Conferencia estuvo a cargo del Viceministro de Defensa de la República Argentina, Ángel Tello, el Vicecanciller argentino y presidente de la Conferencia, Pedro Villagra Delgado, la Viceministra de Asuntos Exteriores de Noruega, Laila Bokhari, y la Presidente y CEO de Save The Children Canadá, Patricia Erb.
Villagra Delgado destacó que “las Directrices para Prevenir el Uso Militar de las Escuelas y Universidades durante conflictos armados surgieron por iniciativa de la sociedad civil, teniendo como eje central el derecho internacional humanitario existente y la mirada puesta en la problemática de los ataques frecuentes y deliberados contra la educación".
La Conferencia se estructuró alrededor de siete paneles conformados por expertos de primer nivel. Entre ellos, además de representantes de los Estados parte de la Declaración, participaron expertos de UNICEF, UNESCO, el Comité Internacional de la Cruz Roja, el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz de Naciones Unidas, la Comisión de la Unión Africana, la Coalición Global para Proteger la Educación de Ataques, Save the Children, Human Rights Watch y el Consejo Noruego para los Refugiados, entre otros.
Todos ellos coincidieron en su profunda preocupación acerca de los ataques continuos y del uso militar de las instalaciones educativas, lo cual pone en riesgo a los niños, estudiantes y personal educativo, perturbando la normal provisión de la educación en la zona de conflicto.
La iniciativa, que contó con el apoyo del Reino de Noruega, fue coordinada en forma conjunta por la Cancillería y el Ministerio de Defensa de la Nación, como parte del compromiso argentino con la defensa integral de los derechos humanos y el fortalecimiento del derecho internacional humanitario.