El Gobierno de la República Argentina ha adherido a la iniciativa para concluir un instrumento internacional para el control de las transferencias de armas en el ámbito global.
El comercio de armas tiene un impacto directo no solo en términos de seguridad sino también en términos humanitarios afectando la capacidad de desarrollo económico y social de los Estados. Es por ello que la Argentina se ha unido a un grupo de países dispuestos a negociar principios globales aplicables a los controles nacionales de transferencias de armas con el fin de determinar la responsabilidad compartida de toda la comunidad internacional en dichas transferencias.
El Gobierno Argentino apoya el inicio de las negociaciones de un instrumento internacional en el ámbito de las Naciones Unidas y considera que el mismo debe ser de naturaleza jurídicamente vinculante. Los principios globales deben ser negociados sobre bases multilaterales, respetando las necesidades de los Estados para su legítima defensa, y capaces de reflejar las obligaciones en función del derecho internacional vigente.
Estos principios deberían ser capaces de prevenir que las armas transferidas no provoquen una acumulación excesiva de armamento en el país de destino y no ocasionen desestabilizaciones en el ámbito regional, deberían prevenir eventuales violaciones de derechos humanos y los riesgos que sean usados en conflictos internos o para fines que no sean los declarados.
Desde el año 1997, la República Argentinas aplica estos principios como Estado Miembro del Wasssenaar Arragement, régimen de control de exportaciones de material bélico y tecnología y bienes de uso dual que nuclea a un grupo de 33 Estados. Si bien la Argentina ya se encuentra comprometida con una política responsable en materia de venta de armas, considera necesario que dicha responsabilidad sea extensiva, a través de un instrumento jurídicamente, a toda la comunidad internacional.