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El canciller Taiana conmemoró el Día de la Antártida Argentina e inició el Año Polar Internacional

Jueves 22 Febrero 2007
Información para la Prensa N°: 
048/07

El canciller Jorge Taiana presidió esta tarde la conmemoración del Día de la Antártida y el inició del Año Polar Internacional, en un acto que tuvo lugar esta tarde en el Salón Libertador del Palacio San Martín y que contó con la presencia de la ministra de Defensa, Nilda Garré, el secretario de Educación, Juan Carlos Tedesco y el gobernador de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Hugo Cóccaro.

A continuación se transcribe el discurso del canciller Taiana.

Sr. Gobernador de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur

Sra. Ministro de Defensa

Sr. Secretario de Educación

Sres. Jefes de Misión de las Partes Consultivas y Adherentes del Tratado Antártico

Autoridades Nacionales, Provinciales y Municipales

Señoras y Señores

Nos convocan hoy dos eventos diferentes pero estrechamente vinculados entre sí: el Día de la Antártida y el inicio del Año Polar Internacional, el 1º de Marzo próximo.

La celebración de Día de la Antártida es un hecho trascendente, ya que se conmemora el izamiento del pabellón nacional en la primera estación antártica permanente del mundo, Orcadas, el 22 de febrero de 1904. Esta Base forjó la visión que marcaría la actividad antártica de la Argentina: la de una Antártida ligada al conocimiento científico, a la integración de diferentes sectores del quehacer nacional y a la cooperación internacional.

La historia escrita por argentinos en la Antártida es muy vasta. Son innumerables tanto los acontecimientos protagonizados por nuestros expedicionarios y aquellos que los apoyaron desde su tarea cotidiana cuanto la obra de los héroes anónimos que posibilitaron la permanencia y el desarrollo de la actual realidad. Muchos ofrecieron lo máximo que se puede brindar: sus vidas. Augusto Thibaud y Teófilo González, fallecidos en 2005, son los que hoy representan a todos los caídos en cumplimiento de su deber. A ellos brindamos nuestro profundo reconocimiento.

La actividad antártica requiere profesionalismo y rigor metodológico. Son muchos los desafíos que plantea el esfuerzo por mantener el Continente Blanco en su estado prístino, por sostener el espíritu del Tratado Antártico basado en la ecuación “libertad de investigación científica, cooperación internacional y Paz”.

La actividad antártica es apoyada por el Gobierno a través de la planificación de las actividades, la implementación cabal de la Política Nacional Antártica, la defensa de los intereses de la Argentina en los foros del Sistema del Tratado Antártico, el afianzamiento de la soberanía de la República en el Sector Antártico Argentino y la permanente contribución de nuestro país a las instituciones del Sistema del Tratado Antártico.

El rol de la Argentina en el Sistema del Tratado Antártico ha sido, históricamente, notable. El Tratado, concluido en 1959, proporciona la base del desarrollo de la ciencia, las actividades pacíficas y, fundamentalmente, la cooperación internacional en la Antártida. El Tratado es el eje en torno del cual, con el reciente ingreso de Belarús, las hoy 46 Partes Consultivas y Adherentes, han generado nuevas normas que regulan la actividad antártica, como las relativas a la conservación de las focas y de los recursos vivos marinos antárticos. Todas ellas representan un sólido esquema de regulación internacional que no sería posible sin un marcado espíritu de cooperación internacional, que caracteriza a la Antártida.

El futuro inmediato plantea para la Argentina un crecimiento exponencial de la actividad científica, la mayor integración de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, no sólo a través del hecho de que Ushuaia es la puerta natural de entrada a la Antártida, sino también como base de futuros emplazamientos nacionales y provinciales.

Otra parte del futuro inmediato son las actividades del Año Polar Internacional, a realizarse entre el 1º de marzo de 2007 y el 1º de marzo de 2008 con el propósito de dar un salto cualitativo y cuantitativo en el conocimiento de las regiones polares. Durante el mismo, se llevarán a cabo más de 2000 proyectos de investigación, con la participación de científicos de más de 50 países, en ambas regiones polares. Esta iniciativa está impulsada primariamente por el Consejo Internacional de Uniones Científicas, la Organización Meteorológica Mundial e instituciones asociadas como el Comité Científico de Investigaciones Antárticas. Si bien su objetivo es primordialmente científico, el Año Polar Internacional conlleva una amplia gama de oportunidades para la difusión, educación, arte y promoción de la temática polar.

Este es el cuarto año polar, luego de aquellos que tuvieron lugar en 1882-1883, 1932-1933 y el Año Geofísico Internacional de 1957-1958. En 1932-1933, nuestro país ya colaboraba activamente siendo, en ese momento, el único Estado con una estación científica permanente en el Antártico: la Base Orcadas. Cuando se inició la sección relativa a la Antártida del Año Geofísico Internacional, participaron 12 países, entre ellos la Argentina, que lo hizo a través de su Instituto Antártico Argentino y cuatro bases permanentes: Orcadas, San Martín, Esperanza y Belgrano 1.

Acorde con nuestra historia y vocación antártica, nuestro país está firmemente comprometido con los objetivos del Año Polar Internacional. Durante este Año Polar, la Argentina participará en 33 proyectos científicos internacionales, 7 de ellos liderados por científicos argentinos, y en cooperación con más de 20 países diferentes. Los más de 200 científicos y especialistas argentinos involucrados en forma directa o indirecta pertenecen al Instituto Antártico Argentino y a otros centros de excelencia de nuestro país. Para llevar adelante estos trabajos, se han conjugado los esfuerzos de los Ministerios de Relaciones Exteriores, Defensa y Educación, Ciencia y Tecnología, no sólo para financiar los proyectos científicos, sino también para proveer el apoyo logístico necesario.

De los proyectos de investigación ya iniciados, cabe destacar que en la Base San Martín se instaló un nuevo sismógrafo, que comparten la Argentina e Italia, que amplía la red sismológica antártica. Conjuntamente con Alemania, se instalaron, en la Base Belgrano II, dos gravímetros que aportarán importantes datos. La Argentina participó con apoyo logístico y con dos investigadores en la iniciativa canadiense llevada a cabo por el buque SEDNA IV que invernó en la Antártida durante el año 2006 en la base Melchior llevando a cabo estudios científicos y proyectos de divulgación.

Al igual que durante el Año Geofísico Internacional, la Argentina será la sede de una de las principales actividades que tendrán lugar con posterioridad al Año Polar Internacional. Nuestro país será la sede de la reunión bienal del Comité Científico de Investigaciones Antárticas (SCAR) en 2010 y de la reunión anual del Consejo de Administradores de Programas Antárticos Nacionales (COMNAP), también en 2010, en cuya ocasión se presentarán los primeros resultados del Año Polar Internacional.

La Educación y el Arte no han quedado relegados en este evento. Se ha elevado una propuesta al MERCOSUR Educativo para incorporar la temática antártica en los planes de educación de los países del bloque. Por otra parte, ya se encuentra en marcha la actividad de artistas que realizan su experiencia en la Antártida y que exhibirán sus obras en distintas exposiciones. La “Eco Polar Ushuaia”, llevada a cabo en 2006, es un valioso ejemplo de una actividad preparatoria que congregó a varias disciplinas en torno al Año Polar Internacional. La próxima actividad cultural, la Bienal del Fin del Mundo, brindará un marco internacional de primer nivel mundial a los proyectos de Arte del Programa Antártico Argentino, incluyendo el “Arte Antártico” junto al arte fueguino, para complementarlo con el arte de las comunidades árticas. A éstos se suman muchos otros proyectos vinculados a la música, al cine y a espectros culturales que fortalecen el trabajo que realizan los científicos y técnicos año tras año.

La base de los proyectos y las expectativas que abriga la Argentina ante este Año Polar son fruto del trabajo que se ha venido realizado ininterrumpidamente desde hace 103 años. El Gobierno argentino ha decidido fortalecer este trabajo, incrementando el presupuesto para la actividad antártica, actualizando las normas vigentes, y proyectando la ampliación de la base Jubany. En la base Esperanza se amplió el laboratorio existente y se establecerá un nuevo laboratorio en colaboracion con Canada. En las bases Belgrano y San Martín, se ampliaron las capacidades científicas. También en este contexto, se ha encarado la puesta en valor de la Base Brown, y se avizoran la iniciación de las tareas del Comité de Enlace Interministerial y el establecimiento de otros mecanismos de trabajo conjunto con el Ministerio de Defensa para permitir un desarrollo sostenido de la actividad argentina en la Antártida. En este sentido, es importante resaltar el incremento de acciones conjuntas que se llevan a cabo entre ambos Ministerios. El resultado óptimo será, a través del trabajo de los científicos y el eficiente apoyo logístico, la concreción de los proyectos planificados para el Año Polar Internacional.

Dentro de los avances científicos más destacados, cabe mencionar el desarrollo del proyecto de biorremediación - proyecto que contempla la eliminación de hidrocarburos en posibles derrames utilizando flora bacteriana autóctona-, el desarrollo de un genoma de bacterias sicrófilas, la finalización del armado de un esqueleto de un plesiosaurio juvenil, el inicio de programas de monitoreo de la biodiversidad, el monitoreo de grandes témpanos –en este caso, en cooperación con Estados Unidos-, investigaciones que evalúan el cambio climático global y el desarrollo de metodología de monitoreo de recolección de recursos vivos marinos en el ámbito de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos. Todos ellos son parte de las actividades científicas realizadas durante la campaña antártica pasada. La capacidad de los científicos argentinos se ve reflejada en la publicación de aproximadamente 500 trabajos desde el año 2003 hasta la fecha.

El concepto de “Programa Antártico Argentino” continúa afianzándose, puesto que es necesario contar con una estrategia de unión entre todos los actores y a la vez, una política federal de participación y discusión. Hoy “Antar - Programa Antártico Argentino” es la propuesta para el trabajo conjunto para las próximas décadas.

En el marco de la preservación de los intereses nacionales en la Antártida, la protección del medio ambiente es el aspecto central de las acciones que se desarrollan cotidianamente en bases, refugios y medios de transporte y de los cursos que se dictan con carácter obligatorio a quienes desarrollarán actividades en la Antártida. Estrechamente vinculado con la protección ambiental, se encuentran el combate de la pesca ilegal y el apoyo al turismo, el que, ya sea por buques o controlado desde una base, debe tener lugar en un marco de respeto de las normas del Sistema del Tratado Antártico que cautelan el delicado equilibrio ambiental antártico.

La Antártida nos ha provisto innumerables conocimientos, y lo seguirá haciendo. Nos enseña sobre los fenómenos naturales y las consecuencias de alterar el medio ambiente, ha provisto a la comunidad internacional un ámbito que es ejemplo de cooperación entre las naciones.

Para los argentinos, implica el compromiso de continuar asegurando una presencia permanente de nuestro país, fortaleciendo nuestra contribución a la ciencia y a la protección del medio ambiente, en el marco de la defensa de nuestros derechos sobre el sector Antártico argentino. Es nuestra obligación, en homenaje a las generaciones de argentinos que contribuyeron a que la Argentina fuera pionera en la actividad antártica. Al respecto, nos sentimos muy honrados de contar hoy con la presencia del General JORGE LEAL, primer argentino en llegar al Polo Sur por vía terrestre, en 1965.

Señoras y señores, les agradezco a todos su presencia en este acto y me es grato declarar iniciado, para la Argentina, el Año Polar Internacional.