La sala de Conferencias de la sede de las Naciones Unidas en Nueva York fue epicentro esta mañana de una exhortación pública realizada por el canciller argentino Jorge Taiana, su par francés, Philippe Douste-Blazi y la Madre de Plaza de Mayo Marta Vázquez, donde en un marco profundamente emotivo le solicitaron a la comunidad internacional que apruebe el Proyecto de "Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas Contra las Desapariciones Forzadas" que lo declara crimen de lesa humanidad, resolución que ya fue avalada en el flamante Consejo de Derechos Humanos en su sesión inaugural de junio pasado en Ginebra.
Esta iniciativa, impulsada de manera conjunta por Argentina y Francia, tiene su origen y fue consensuado no solamente por estos países, sino con el concurso de las organizaciones no gubernamentales, en particular las Madres de Plaza de Mayo que desde el año 1983 están trabajando para que el mundo entero se pronuncie en contra de la desaparición forzada.
"El Proyecto constituye un avanze mayúsculo y es la conclusión de una lucha de más de 23 años de los familiares de las víctimas de las desapariciones forzadas. Si este proyecto es adoptado por la Asamblea General y después ratificado por les Estados, que es a lo que apelamos desde acá, un nuevo crimen será reconocido en el derecho internacional en tiempos de paz como en tiempos de guerra: el de hacer desaparecer una persona" dijo al comenzar su discurso el francés Douste-Blazi, quien le había solicitado a la Argentina que esté presente Marta Vázquez, Madre de Plaza de Mayo que acompañó al canciller Taiana en este evento.
"El año pasado acá mismo todos afirmamos que no puede haber paz ni desarrollo sin respeto a los derechos humanos de los hombres. En esta perspectiva, la adopción por consenso en junio pasado del proyecto de Convención contra la Desaparición Forzada constituyó un gesto fuerte, lleno de esperanza" y aseguró que "Ahora le corresponde a la Asamblea General confirmar este movimiento. Francia no cejará en sus esfuerzos y no dudo que todos estarán a nuestro lado" concluyó el ministro galo.
· Taiana: "Memoria, verdad, justicia y reparación"
El canciller Jorge Taiana aseguró en su discurso de esta mañana que "ahora es el turno de la comunidad internacional en su conjunto para ratificar lo aprobado en Ginebra con miras a fortalecer el sistema universal de promoción y protección de derechos humanos".
"El proyecto de Convención internacional sobre desaparición forzada de personas se elaboró dentro del Grupo de trabajo establecido a tal fin en el ámbito de la Comisión de Derechos Humanos. El primer borrador fue redactado bajo la presidencia de Francia –Emb. Bernard Kessedjian- y a partir de allí ha existido una fuerte colaboración y activa participación de la Argentina en este marco".
"La ardua tarea del movimiento de los derechos humanos, organizaciones no gubernamentales, en particular las asociaciones de familiares y víctimas de violaciones a los derechos humanos, a lo largo de varias décadas, fue un factor determinante en la elaboración, negociación y aprobación del instrumento. En este marco, es dable destacar una vez más el esfuerzo y sacrificio realizado por las “Abuelas y Madres de Plaza de Mayo”.
"Además, en esta ocasión es oportuno recordar el triste significado que la práctica de la desaparición forzada de personas tiene para la Argentina. La forma masiva y sistemática con que la última dictadura militar desarrolló esta aberrante práctica y la falta de condena pública por parte de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, fueron dos de las causas fundamentales que llevaron a creación del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias dentro de la misma Comisión, como una salida para poder abordar e investigar las miles de denuncias contra la Argentina que el órgano recibía en ese entonces".
"La Convención constituye una herramienta sustancial para prevenir casos como el argentino y luchar así contra el flagelo de las desapariciones forzadas de personas, que lamentablemente siguen teniendo lugar en nuestro mundo actual".
"En tal sentido, el instrumento obliga a tipificar la desaparición forzada como un delito autónomo e insta a los Estados a adoptar una serie de medidas para la prevención, investigación, procesamiento y castigo de quienes resulten responsables, constituyendo un paso significativo en la lucha contra la impunidad".
"También, la adopción de la Convención será un aporte esencial para el desarrollo progresivo del derecho internacional de los derechos humanos, en cuanto reconoce este delito como un crimen de lesa humanidad, a la vez que reafirma el derecho a la reparación, a la justicia y a la verdad".
"La Argentina, desde el restablecimiento de la democracia en 1983, ha luchado por la promoción y protección de los derechos humanos tanto en el ámbito nacional como en el internacional, basándose en cuatro principios fundamentales: memoria, verdad, justicia y reparación".
"Por ello, al igual que lo hizo en la Sesión Inaugural del Consejo de Derechos Humanos, el pasado 19 de junio en Ginebra, la Argentina hace un llamado a todos los Estados miembros de la ONU para que reafirmen una vez más su compromiso con la promoción y protección de los derechos humanos, uno de los pilares básicos del sistema de Naciones Unidas y, en tal sentido, apoyen la adopción de la Convención en esta 61 AGNU" concluyó Taiana.
Del encuentro participaron también el Jefe de Gabinete de la presidenta de la Asamblea General de la ONU, Haya Rashed Al Kalifa y del presidente de Cruz Roja Internacional.
Por su parte Marta Vázquez, madre de Plaza de Mayo presente, aseguró en sus palabras que "Agradezco a todos, estoy muy emocionada de estar acá, desde el año ´83 que venimos peleando por eso, pasaron 23 años o más que hemos trabajado sin cesar. Obtener la Convención contra este delito que sea extendido por el mundo, es nuestro objetivo. Por amor a la paz y por amor a los detenidos desaparecidos. Estamos acá todos y tenemos mucha esperanza para que el Asamblea General de Naciones Unidas apruebe la Convención que dio la luz en Ginebra".
· Qué significa la Convención Internacional contra las Desapariciones
Forzadas
Luego de cuatro años de intenso trabajo, la comunidad internacional ratificó, a través de este nuevo instrumento, su compromiso con las políticas de promoción y protección de los derechos humanos, esta Convención vino a llenar un vacío existente en el derecho internacional en términos de prevención de las violaciones de derechos humanos y de los derechos de las víctimas y de la obligación de los Estados a investigar y sancionar a los responsables.
La Argentina tuvo un papel muy activo tanto en la redacción del texto de la Convención como en su posterior negociación. Muestra de ello es que una vez iniciado el período inaugural de sesiones del Consejo, las delegaciones argentina y francesa lideraron un grupo de presión para que se apruebe dicho documento, cuya adopción ha sido planteada como un objetivo fundamental del nuevo órgano de derechos humanos.
Los Cancilleres de Francia y Argentina impulsaron la propuesta de manera conjunta, el primero como representante del país que presidió el grupo de trabajo para su elaboración, y el segundo como representante de un país que participó activamente en la negociación, al tiempo que cuenta con una trágica experiencia y conocimiento de lo que son los delitos de lesa humanidad.
Con la aprobación de este instrumento, los Estados reconocen el derecho de todas las personas a no ser víctimas de desaparición forzada, a la vez que reafirman el derecho a la verdad, la reparación y la justicia, y confirman que la práctica sistemática de ese delito constituye un crimen de lesa humanidad.
En tanto, la Convención consagra el deber de incriminar las desapariciones forzadas como delito autónomo, a la vez que estipula la obligación de los Estados de proceder a adoptar una serie de medidas para la prevención, investigación, procesamiento y castigo de quienes resulten responsables.
Finalmente, la adopción de esta Convención significa un gran paso en la lucha contra la impunidad y a favor de la prevención de las desapariciones forzadas, al tiempo que da cuenta del compromiso asumido por la comunidad internacional con el sistema de protección de los derechos humanos.