Respondiendo a una invitación del canciller Jorge Taiana, los integrantes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ya están en nuestro país, y sesionarán por primera vez en la Argentina a partir de mañana y hasta el 5 de abril. Durante su estadía, este Tribunal tratará los casos “Claude Reyes y otros vs. Chile”, “Montero Aranguren y otros vs. Venezuela” y “Baldeón García vs. Perú”. Estas sesiones se llevarán a cabo en la Sala de audiencias de la Corte Suprema de Justicia.
El Tribunal está formado por juristas de la más alta autoridad moral y reconocida competencia en materia de derechos humanos, elegidos a título personal. Así, la Corte que deliberará en Buenos Aires la próxima semana estará presidida por el venezolano Alirio Abreu Burelli, a quien secunda Oliver Jackman (Barbados); el secretario del cuerpo es Pablo Saavedra Alessandri (Chile), y su adjunta, la costarricense Emilia Segares Rodríguez. Sergio García Ramírez (México), Antonio Cancado Tridande (Brasil), Cecilia Medina Quiroga (Chile), María Ventura Robles (Costa Rica) y Diego García Sayán (Perú), completan la integración del tribunal.
Esta es la segunda experiencia del Tribunal sesionando fuera de su sede natural, San José de Costa Rica. Por primera vez el año pasado lo hizo en la ciudad de Asunción, Paraguay, y en base a este precedente, el entonces Vicecanciller y actual Ministro Jorge Taiana envió una invitación para que la siguiente experiencia se realizara en la Argentina.
La CIDH es un órgano internacional judicial autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA) que interviene en casos contenciosos a la vez que emite opiniones consultivas sobre temas sometidos a su análisis. El objetivo fundamental de este tribunal es, básicamente, la aplicación e interpretación de la Conveción Americana de Derechos Humanos (CADH).
Órgano fundamental del sistema regional de protección de los derechos humanos, la Corte Internamericana es un tribunal internacional que surge en 1979, luego de la firma de la CADH. Este tratado fue la culminación de un proceso que se inició cuando, a finales de la Segunda Guerra Mundial, los países del continente decidieron redactar una declaración sobre derechos humanos con miras a evitar la reiteración de experiencias traumáticas relacionadas con las violaciones masivas y sistemáticas a los derechos más fundamentales.
e trata de un tribunal complementario a la justicia nacional, en la medida en que sólo actúa cuando los estados no tienen la voluntad o no pueden investigar o juzgar los crímenes cometidos en sus respectivos territorios según lo establece el derecho internacional. En este sentido, el tribunal ha tenido cuatro casos contenciosos y dos medidas cautelares relativas a la Argentina, país que ratificó este instrumento en 1984, constituyéndose en uno de los primeros estados en aceptar la competencia de la CIDH.
En ese sentido, vale destacar que la Corte Suprema de la Argentina ha utilizado la jurisprudencia de la CIDH como fundamento de importantes fallos, como la declaración de inconstitucionalidad de las leyes de Obediencia Debida Y Punto Final.