El canciller Jorge Taiana presidió hoy un homenaje a Salvador Allende en una ceremonia que se llevó a cabo esta tarde en la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), que organiza desde el pasado 24 de junio jornadas para recordar al primer presidente socialista en América Latina elegido en elecciones democráticas.
Taiana destacó la figura de Allende al señalar que fue un “hombre que vio, mucho antes que muchos –quizás demasiado temprano y por eso costo realizarlo– la necesidad de que los proyectos políticos en esta región que buscaran representar al pueblo debían aunar la lucha por la justicia con la lucha por la plena democracia”
“En los noventas, con la caída del muro y el auge de la teoría neoliberal, parecía que la figura de Salvador Allende correspondía a la de un romántico –comprometido, idealista, pero romántico–; hoy, a 100 años de su nacimiento, la realidad de nuestra región nos demuestra que no era tan así, que era un hombre lúcido y con un profundo compromiso social”, afirmó esta tarde el jefe de la diplomacia argentina en la UNQ en un acto del que participaron, entre otros, el embajador de Chile en la Argentina, Luís Maira y el rector de esa Universidad, Daniel Gómez.
El Canciller argentino sostuvo además que no se trata sólo de “un homenaje a un gran hombre del pasado” y en este sentido destacó la actualidad de su figura en la lucha por la justicia y la igualdad
Taiana recordó esta tarde que Allende visitó nuestro país el 25 de mayo de 1973, cuando “el pueblo argentino tuvo la oportunidad de expresarle su reconocimiento, su afecto por la trayectoria y por el proceso que estaba llevando adelante” y rescató “la enorme ola de solidaridad con el pueblo chileno y con el gobierno de Allende” cuando éste fue derrocado en septiembre de 1973.
“El que tuvo una conciencia clara de ese hecho fue el general Perón. El derrocamiento de Allende fue 12 días antes de las elecciones que lo iban a consagrar Presidente por tercera vez. Esta fue la reacción de Perón frente al golpe –que la conozco por mi padre–: miró televisión durante dos días seguidos y no habló. Quedó como impactado, obviamente tal vez teniendo gran conciencia de lo que significaba eso como destrucción del proceso democrático, como desestabilización exitosa y como un paso más de una ola de derrocamiento de gobiernos democráticos”, rememoró Taiana.
Taiana recordó también el asesinato del general Prats y su esposa en 1974 y sostuvo que “hace unos días hemos tenido la satisfacción de ver las condenas perpetuas de sus responsables”