Señor Presidente
Señor Director General Dr. Supachai
Señores Ministros
Señoras y Señores:
Deseo agradecer en nombre de la República Argentina al Gobierno de México y a las autoridades locales de esta espléndida ciudad de Cancún que nos recibe en esta ocasión con la simpatía y amistad al pueblo mexicano.
Permítame Señor Presidente felicitarlo por su designación, y augurarle los mejores deseos de éxito para la compleja tarea que tiene por delante. Conociendo su amplia experiencia y excelentes dotes de negociador, estoy convencido de que su asistencia será muy valiosa durante esta conferencia.
En esta oportunidad quiero asimismo expresar la cordial bienvenida de la Argentina a los nuevos miembros de nuestra Organización: Camboya y el Reino de Nepal.
También deseo en nombre del Presidente de la República Argentina, agradecer las palabras de apoyo pronunciadas ayer por el Presidente Fox, frente a las complejas negocíaciones que mi país estaba llevando adelante con el Fondo Monetario Internacional que, me alegra decirlo, han culminado por fin satisfactoriamente. No menos gratitud, que no olvidaremos, le cabe al resto de los países de la comunidad internacional que nos dieron su apoyo.
Por último, debo decir que hoy, 11 de septiembre se conmemoran dos acontecimientos aciagos: el primero, el daño a la democracia y a las instituciones chilenas infligido en 1973 por sectores golpistas, quienes no impídíeron que en 2003 la hermana República fuera un modelo de país en expansión; y el segundo, el daño al proceso de institucionalización multilateral que infligieron al mundo los atentados que sufrió Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001.
Señor Presidente, el desafio que tenemos por delante en los próximos días nos señala que deberíamos dejar de lado la retórica para encarar esta tarea con una decidida voluntad de alcanzar resultados realistas y equilibrados.
Para ello, deberemos actuar con determinación dejando de lado posiciones irreductibles y contribuir en forma responsable a impulsar la Ronda de Doha.
En Cancún no debemos reinterpretar el mandato de Doha sino más bien unir nuestras fuerzas para cumplirlo de buena fe. En la sociedad civil hay personas que no conocen cuál es el fin de esta organización, que son ajenas a las actividades que desplegamos y que tal vez puedan tener algunas dudas sobre los propósitos que nos convocan.
Por ello debemos hacer transparentes nuestros actos y deliberaciones brindando información y dando la debida participación a la sociedad civil en las consultas a nivel nacional.
Tenemos que producir decisiones equitativas para ayudar a mejorar las condiciones de vida de miles de millones de personas a través del establecimiento de un sistema comercial más justo.
El mundo en desarrollo concentra más del 85% de la población mundial y menos de un 25% del total de su producción. Esta desigual distribución indica los ejes sobre las cuáles esta Conferencia debe poner su atención, porque es mucha la responsabilidad que recae sobre cada uno de nosotros.
La altísima concentración del progreso tecnológico en los países desarrollados, la mayor vulnerabilidad macroeconómica de los países en desarrollo, y el marcado contraste de oportunidades para las futuras generaciones de uno y otro mundo, son características distintivas de las asimetrías del actual orden económico internacional.
Quisiera mencionar sólo unos pocos ejemplos para ílustrar la gravedad de la situacíón descripta, destacando lo siguiente: los países en desarrollo tienen una relación entre su deuda externa total de corto plazo y sus reservas, superior al 50 %. En América Latina este porcentaje trepa a más del 80% y la relación entre el servicio de la deuda y las exportaciones es del orden del 35%, es decir que por cada dólar de ingreso de exportación un tercio debe destinarse al pago de la deuda.
La última edición de "Perspectivas Económicas Globales 2004", informe producido por el Banco Mundial, asegura que un acuerdo que considere los intereses de los países en desarrollo podría impulsar el crecimiento económico y sacar de la pobreza a 144 millones de seres humanos para el año 2015. La simulación realizada por el Banco Mundial demuestra que reduciendo picos y promedios arancelarios en bienes agrícolas e industriales, el ingreso global podría crecer entre 270 y 520 mil millones de dólares, de los cuales entre la mitad y los dos tercios irían a los países en desarrollo.
El sistema comercial global está claramente sesgado en contra de los países en desarrollo. Definitivamente, las naciones más ricas tienen que asumir el liderazgo que les corresponde en este proceso y, en este sentido, la cuestión más dificil de resolver es la de la agricultura. Asumir un liderazgo significa hacerse cargo de que sólo hay que tratar igual lo que es igual, pero distinto a lo que es desigual.
Los subsidios a la agricultura en el mundo desarrollado ascienden a 300 mil millones de dólares, una suma que es mayor que el producto bruto de Africa y equivale a seis veces el monto de la ayuda para el desarrollo.
En la Conferencia de Doha decíamos, en la sesión inaugural, que "la posibilidad de acceso a los principales mercados es un elemento de vital importancia en momentos en que el flujo de capitales revierte su signo para muchos países emergentes, y el comercio internacional se convierte en la única fuente realista de obtención de divisas".
Aquí, casi dos años después, debemos definitivamente trazar el camino de una apertura genuina de los mercados como uno de los elementos centrales de una estrategia global para combatir la pobreza, la marginalidad, el estancamiento y la consecuente posición de endeudamiento y crisis de buena parte de los países en desarrollo.
Un mundo más justo en términos de comercio, con oportunidades para todos, con menos fricciones comerciales y mayor integración y respeto del sistema multilateral, es también un importante reaseguro para crear un mundo inclusivo que rechace la creciente violencia del terrorismo internacional.
Esta Conferencia nos brinda la oportunidad históríca de reencauzar el comercío internacional hacia formas más equilibradas, en las cuales el mundo en desarrollo pueda encontrar una clara justificación para apoyar este proceso de negociación. Esta es la Ronda del Desarrollo y en ella el acceso a los mercados para los países en desarrollo es vital. Si no hay acceso genuino en los productos en los cuales el mundo en desarrollo es competitivo, el sistema comercial multilateral perderá su credibilidad.
Señor Presidente, ya en el año 1958 el "Informe Haberler" decía que las barreras impuestas por los países desarrollados a las importaciones de los países en desarrollo eran la principal causa de los problemas comerciales. Casi 50 años después debemos decir que esa afirmación sigue confirmándose.
Hace 10 años, durante la Ronda Uruguay, se discutía sobre los subsidios agrícolas. Hoy, seguimos hablando de los mismos temas y se siguen repitiendo los mismos argumentos.
Por ello, la insistencia en integrar plenamente la agricultura en el sistema multilateral para corregir las distorsiones, nada tiene de retórico sino que es realismo, es sinceramente necesidad, en el más puro sentido de la palabra. Declarar que se tienen necesidades, cuando esto es cierto, también es un acto de afirmación de la dignidad nacional.
Señor Presidente, permítame señalar algunas cuestiones específicas luego de dos años de intensos trabajos en Ginebra.
Tenemos que aprobar aquí un texto de Declaración Ministerial que reafirme y permita cumplir con lo acordado en Doha, no que reemplace o disminuya su nivel de ambición. Las condiciones internacionales que hicieron posible una Agenda para el Desarrollo no han desaparecido; por el contrario hoy siguen vigentes.
Vemos con preocupación que el proyecto de texto que hemos recibido presenta importantes dificultades, en particular en la cuestión agrícola.
Los tres pilares de agricultura tal como están reflejados en el proyecto de Declaración no satisfacen a la Argentina. Incluyen disposiciones que tienden a perpetuar las prácticas distorsivas del comercio agrícola mundial. El texto que surja de esta Conferencia deberá reflejar un necesario equilibrio de intereses en esta vital cuestión. No puede sesgarse su contenido, con la finalidad de continuar -en los hechos- con las prácticas distorsivas en materia de apoyo interno y subsidios a la exportación, ni tampoco debe reducirse la ambición en el pilar de acceso a los mercados. Esto no es congruente con el mandato de Doha y por ende no es aceptable. Esas han sido las palabras del facilitador en el tema "Agricultura" en esta conferencia ministerial, George Yeo, Ministro de Comercio de Singapur: "la facilitación consiste en hacer cumplir el mandato original".
Es necesario poner un límite temporal a la existencia de subsidios a las exportaciones agrícolas. En lo que respecta a medidas de apoyo interno, los límites deben establecerse por producto específico. Además, se debe terminar con el cambio de color en los subsidios internos (box shifting), y establecer un límite para lo que se incluye en la "caja verde". Finalmente, es imprescindible abordar límites para los aranceles máximos. Todo esto cuidando de no afectar para nada el flujo de comercio sur-sur a través de nuevos mecanismos como el de la salvaguardia especial.
En lo que concierne a la cuestión de acceso, a los mercados para productos no-agrícolas, reiteramos la necesidad de preservar el equilibrio en toda la negociación. No se puede aceptar que haya que pagar por la flexibilidad que históricamente requieren los países en desarrollo.
En cuanto a otros temas de nuestra agenda, somos conscientes de la importancia de las cuestiones Implementación y de los cuatro temas de Singapur. Respecto a ello continuaremos desplegando nuestra buena disposición y la necesaria flexibilidad que pedimos a los demás, pero no aceptaremos que se pretenda avanzar en las negociaciones respecto de temas sobre los que aún no existe consenso.
En lo que respecta al comercio y medio ambiente y las indicaciones geográficas, vale aquí reiterar nuestro rechazo a propuestas que pretenden introducir, de forma disimulada, nuevas y perjudiciales restricciones al comercio.
Trabajaremos para que Cancún reafirme el compromiso con la liberalización progresiva del comercio de servicios, entendida esta como una liberalización gradual que respete la soberanía en la formulación de políticas regulatorias y que resguarde la facultad de los gobiernos para regular áreas de especial interés.
La liberalización y movilidad de los servicios de alta tecnología e intensivos en capital tiene que tener un paralelismo en su ambíción con la movílídad temporal de la mano de obra, conforme lo establece el GATS. Las ofertas de los países desarrollados hasta ahora solo permiten consolidar comercio entre países desarrollados y es muy poco el progreso alcanzado para facilitar el acceso de proveedores de servicios y servicios de los países en desarrollo.
Señor Presidente,
Participamos en esta reunión con un alto espíritu de compromiso frente al sistema multilateral y a la organización que lo administra. Deseamos reafirmar el delicado y trabajoso equilibro alcanzado de Doha. De ninguna manera aceptaremos disminuirlo.
Esperamos que en estos días de muy intensa labor podamos avanzar en esta tarea y así contribuir a trazar el rumbo de un camino para una mayor igualdad y bienestar de todos los pueblos.
Muchas gracias