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Rafael Antonio Bielsa

Lunes 20 Diciembre 2004
Discurso del Sr. Canciller Rafael Antonio Bielsa
Entrega del premio Export.ar 2004
Discurso del canciller Rafael Bielsa

Señores exportadores y empresarios
Señores representantes de cámaras y asociaciones
Señores miembros de la fundación Export.ar
Señoras y señores

Resulta en verdad muy grato para mí participar en esta nueva entrega del premio Export.ar.

Desde el año 1996, la Fundación Export.ar -y, por su intermedio, el gobierno argentino- otorgan este reconocimiento a las empresas nacionales que se destacan por su desempeño y sus logros en la comercialización de productos en el mercado internacional. Se busca, de este modo, alentar y potenciar la competitividad de nuestras empresas, que juegan un rol central en la concreción de objetivos prioritarios para la administración del presidente Néstor Kirchner. Me refiero en particular a:

El crecimiento y la diversificación -tanto en materia de sectores como de destinos- de nuestras ventas al exterior;

La consolidación de una cultura exportadora en el seno del sector productivo nacional; y con ella,

La generación sostenida de recursos genuinos que garanticen el crecimiento de nuestra economía, el impulso a la producción y la creación de trabajo, con miras a favorecer una distribución cada vez más equitativa del ingreso en beneficio del conjunto de la ciudadanía.

En relación con estos objetivos, los resultados que nuestro país ha logrado alcanzar durante el año que finaliza fueron muchos y de singular relevancia.

Durante los primeros 10 meses de 2004, la argentina obtuvo una cifra récord de exportaciones -28.448 millones de dólares, cifra que implica un incremento del 15% respecto del período anterior-. También creció de manera significativa el número de firmas exportadoras: casi 14.000 empresas participan hoy de la actividad, frente a un promedio de 11.850 en el período 1995-2002. Este dato resulta elocuente en la medida en que revela la extensión de los beneficios hacia un espectro productivo cada vez más amplio y, por ende, hacia un sector cada vez más amplio de la ciudadanía.

Igualmente auspiciosas se han mostrado las cifras en cuanto a la diversificación por sectores y la desconcentración por destinos, que alcanzaron sus puntos más altos de los últimos quince y doce años respectivamente. Sectores no tradicionales de manufacturas con alto valor agregado -como cueros y pieles, miel, siderurgia, vinos, químicos y autopartes- se han transformado en mercados con alto potencial exportador para los productores argentinos. Al mismo tiempo, nuestro país ha logrado abrir y -a través de las acciones de nuestras empresas- ocupar nuevos mercados de destino, especialmente en Europa, China, India, Corea y el Sudeste Asiático, alcanzando una desconcentración de ventas récord para los últimos quince años.

En este marco, el desempeño de nuestras empresas exportadoras -en particular, las pequeñas y medianas- ha crecido en forma proporcional a los desafíos permanentes y la exigencia de respuestas rápidas y eficientes que plantea el escenario internacional. Desde el inicio de la gestión actual, la Cancillería ha impulsado una política de estado en materia de exportaciones para cuya implementación las ha convocado en calidad de actoras esenciales, con miras a lograr que, en cada lugar del mundo donde se detectara una oportunidad para los productos argentinos, se produjera una ganancia efectiva para nuestros exportadores y una posibilidad de generar nuevos puestos de trabajo.

La respuesta del sector privado a la convocatoria del estado para participar activamente de la gestión del nuevo modelo exportador fue canalizada, en buena medida, a través de la fundación Export.ar, entidad responsable de la articulación de las acciones conjuntas con el empresariado nacional que exige la gestión tal como ha sido planteada por la Cancillería y el gobierno del presidente Néstor Kirchner.

La participación inteligente de las empresas y la coordinación permanente con el sector público en las acciones de promoción y desarrollo de mercados que Export.ar lleva adelante, han contribuido de manera decisiva a mejorar el desempeño en la comercialización eficiente de nuestros productos en el mercado internacional, ganar accesibilidad, incrementar las ventas y diversificar la oferta hacia nuevos sectores y destinos.

En otras palabras: somos conscientes de que los resultados que hoy celebramos dependen en gran medida del esfuerzo de nuestras empresas. De allí la importancia de distinguir con este reconocimiento a las que se han destacado particularmente y han alcanzado mayor competitividad exportadora durante el último año. De allí también las dificultades del comité de evaluación para arribar a un fallo ecuánime, ya que son muchas las empresas argentinas que califican para recibir el reconocimiento que entregamos hoy.

Para las seis categorías en las que se otorga el premio Export.ar este año, se han postulado 64 empresas, 49 de las cuales calificaron para concursar. Sin embargo, lo más significativo y auspicioso en relación con los objetivos estratégicos de la política comercial es que la mitad de las empresas que calificaron tienen su sede en el interior del país y que casi un 70% de ellas son PYMES, lo que anuncia una profundización en la tendencia a la diversificación de las ventas argentinas por origen y sector, así como una mejor distribución de los beneficios en el conjunto de los sectores productivos y mayores perspectivas respecto de la creación de puesto laborales.

Este nivel de participación nos habla de una tendencia al protagonismo cada vez mayor por parte del sector privado en la actividad.

Tendencia que celebramos ya que -reforzamos esta idea una vez más- el rol del empresariado argentino, en el marco de la dinámica fundacional lanzada por la actual administración de gobierno, reviste una importancia capital: el de un actor esencial que participa, junto al sector público y las comunidades académicas, en las acciones de apertura y diversificación de mercados y en la instrumentación de un modelo exportador orientado a sustentar el crecimiento y el desarrollo social a través del impulso a la producción y la generación de empleo.

Un modelo que busca posicionar a la argentina como un país serio y confiable, que proyecta los valores de la creatividad, la eficiencia y la calidad como atributos de su perfil internacional, y los valores del trabajo, la igualdad de oportunidades y el desarrollo social para todos nuestros conciudadanos.

Muchas gracias.