Quiero transmitirles la gran satisfacción que siento de poder compartir con ustedes estas horas de trabajo y también este momento de distensión que sin embargo, no nos quita la atención de los importantes temas que nos han traído a Bariloche.
Estoy seguro de que representaré el sentir de ustedes al agradecer la presencia de nuestros invitados especiales. Por cierto que esta reunión aumenta en prestigio al contarlos entre nosotros, pero sobre todo gana en experiencia y compromiso.
Estimado secretario general de la OEA, Doctor José Miguel Insulza: tenemos aquí a otro gran amigo de la Argentina en un puesto clave para la construcción de diálogos y consensos, esta vez a nivel hemisférico.
Nuestra experiencia en el trato con usted durante su gestión en el gobierno de la hermana República de Chile, nos hace estar convencidos de que su presencia dejará una marca profunda en el camino de una mayor eficacia de la OEA en el fortalecimiento de las democracias de la región.
Querido amigo, embajador Juan Gabriel Valdés: reciba nuestro reconocimiento por la destacada tarea que está llevando a cabo en Haití.
Su disertación ha sido de una gran importancia para nosotros, y al tiempo que nos ha esclarecido sobre la difícil circunstancia por la que atraviesa ese país, nos insta a colaborar en esa causa con el compromiso, la solidaridad y el profesionalismo por usted demostrado.
Señores cancilleres: la eficacia que muestra el Grupo de Río depende especialmente de nuestra voluntad política, pero sobre todo de nuestra coherencia con el plexo de valores democráticos que nos hemos comprometido a sostener y defender ante cada uno de nuestros pueblos.
El resultado de estas jornadas es el signo que muestra al mundo que estamos a la altura de las circunstancias que América Latina y el Caribe merecen y reclaman.
Señores cancilleres, jefes de delegacion e invitados especiales, deseo reiterar nuestro beneplácito por contar con su valiosa presencia y esperamos que su breve visita a esta hermosa ciudad resulte tan grata para ustedes como lo es para nosotros.
Por último, agradezco muy especialmente al señor intendente, Don Alberto Icare y al pueblo de San Carlos de Bariloche la hospitalidad recibida.
Muchas gracias.