Estimado Sr. Vicepresidente de la República Oriental del Uruguay,
Don Rodolfo Nin Novoa,
Estimado Sr. Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Secretario Ejecutivo de la Red de Mercociudades,
Dr. Aníbal Ibarra,
Estimado Sr. Representante para la Argentina de la Fundación Friedrich Ebert,
Ingeniero Hugo Stoll,
Señoras y Señores:
El título de este encuentro es significativo. Nos delimita un campo de referencia, nos indica la variada cantidad de temáticas que tendremos que abarcar, nos refiere a la actualidad de la problemática que abordaremos. Es un título, digamos, simbólico y útil. Nos dice, por ejemplo, que tenemos que hablar de Integración, de Gobierno Local y de Sociedad.
Como primera aproximación, destaco que todo lo mencionado se vincula con la profusamente citada Crisis del Estado/Nación y con un concepto sumamente inasible y autorreferencial como es el de la mundialización.
Sabemos que, desde su creación, el concepto de Estado-Nación ha venido experimentando sucesivas transformaciones que pusieron de manifiesto la tensión existente entre esa entelequia (como estructura administrativo-burocrática vinculada a un territorio y a una población) con otras instancias del quehacer humano como la Sociedad Civil, el concepto de Ciudadanía, la Integración Física y Comercial y la evolución del concepto de Interdependencia Mundial.
Así, la etapa más reciente en las sucesivas crisis del Estado-Nación estaría significada por una particular forma de articulación entre la Sociedad Civil y el aparato estatal, la descentralización administrativa interna, los fenómenos de supranacionalidad, la aparición de nuevos actores internacionales, el creciente rol de ONG´s y empresas multinacionales, la crisis de representatividad de la clase política, entre otros fenómenos concomitantes.
El modelo de Estado/Nación basado en el ejercicio clásico de soberanía y de obtención simple de legitimidad está agotado y requiere la reformulación sobre la base de una soberanía ampliada que pondere la integración y la noción comunitaria como nueva matriz teórica.
Hacia nuestros vecinos, nuestros Estados/Naciones han venido abandonando saludablemente una matriz de pensamiento y comportamiento vinculado a obsesiones geopolíticas y desplazando el paradigma confrontativo por una visión cooperativa.
Así, estos países perdieron la implicancia de peligrosidad y asumieron la forma de oportunidad para el desarrollo.
Respecto de la Sociedad Civil, las sucesivas crisis políticas enviaron un claro mensaje al aparato tecno-burocrático que administra la Res Pública, mostrando la imperiosa necesidad de articular ambas instancias, abandonando las prácticas autistas, rediseñando el Estado, internalizando formas nuevas de hacer política.
La idea de fortalecer las instancias del gobierno local, nos obligan a internarnos en las paradojas propias de los procesos de desarrollo local, frente al fenómeno ineluctable de la mundialización. Por tanto, coexisten interpretaciones divergentes sobre la vinculación de ambos hechos, visiones que no permiten vislumbrar aún el signo final de la transformación sustancial de las relaciones entre actores locales e internacionales. La globalización y sus imperativos, otra vez, serán así vistos como un peligro o como una oportunidad. Toda vez que se logre articular la potencialidad local/regional y estructura un paradigma/sistema de cooperación intraregional, apelando a la erosión del rol clásico del Estado/Nación, podrían invocarse el anunciado renacimiento de las habilidades económicas y las particularidades culturales/étnicas/religiosas/políticas, reiteradamente fragmentadas, frente a este fenómeno de veloz integración mundial.
Si logramos instrumentar ese camino, en la búsqueda de un proyecto de desarrollo que apunte al mejoramiento concreto de nuestras ciudadanías, medidas en términos de la calidad de vida y de la capacidad de incidir en el proceso de toma de decisiones, tendrá sentido y utilidad esta convocatoria, basada en la idea de una integración creciente que pretenda un Mercosur de Ciudadanos. Una iniciativa que habla de la integración de sociedades activas. De la articulación de los esfuerzos de una vasta y compleja trama de actores sociales y políticos. En ese sentido, es importante destacar esta actividad como parte del esfuerzo realizado por el Consejo Consultivo de la Sociedad Civil de esta Cancillería y su contribución a fomentar la partición social en la discusión regional de nuestro país.
Como señalaron distintos especialistas en varios foros (v.g.: Congreso sobre Reforma del Estado, Año 2002, Portugal) en torno al producto académico y político que genera combinar poder con proximidad territorial, queda claro que la governance presenta un potentente polo de cambios en su dimensión territorial, con el fortalecimiento local amparado en factores estructurales: el posfordismo, la fragmentación social, las nuevas relaciones de género, la revalorización de la comunidad como referente de identidad, definiendo ese contexto en dos ideas claves: la politización de los espacios locales y la configuración en red de estos espacios.
De tal modo, los espacios locales tienen a la politización, es decir, a la superación de los clásicos roles operativos del gobierno municipal, tanto en sus viejas versiones burocráticas como en sus versiones gerenciales recientes.
El desbordamiento de las funciones tradicionales se proyecta en dos dimensiones: hacia la ampliación de las agendas locales y hacia el desarrollo en ellas de nuevos roles estratégicos y cualitativos.
Para reflexionar sobre todas estas temáticas, daremos inicio a un seminario que tiene asegurada su seriedad a partir de la solidez académica de sus participantes, demostrada por el reconocido nivel de los expositores y la lograda articulación temática de los módulos.
La importancia de ese evento, sin embargo, no se agota en la reflexión académica, sino también por generar un espacio para intercambiar experiencias comunes sobre la práctica concreta de la gestión local, en un verdadero laboratorio teórico-práctico, una oportunidad para que los cuadros políticos que desarrollan la gestión cotidiana muestren límites y oportunidades en su quehacer concreto.
Esta Cancillería apoya con decisión el fortalecimiento de ese espacio. En tal sentido, destaco la reciente formación del Consejo Consultivo de la Sociedad Civil de la Región Nordeste y la constitución del Consejo de Rectores de Universidades de la Región Centro-Oeste de América del Sur.
Se trata de formas organizativas nuevas, dictadas por la necesidad de dar respuestas flexibles y operativas a los problemas con los que se encuentran los decisores sociales, económicos, políticos y académicos, en toda la geografía regional. Podríamos afirmar que estamos frente a una suerte de gérmenes de una cultura política distinta.
La velocidad de los acontecimientos políticos, los desafíos múltiples, las nuevas formas de hacer política son fuertes indicios que refieren a un tiempo de cambios. Sabemos que el célebre libro de Marshal Berman, con su brillante análisis sobre la experiencia de la modernidad, debe su título "Todo lo sólido se desvanece en el aire" a una cita textual de un extraordinario filósofo alemán, obsesionado con la tensión entre el orden y el cambio.
Quisiera terminar esta intervención con esa cita: "La sociedad moderna prospera con la revolución constante de la producción, la perturbación ininterrumpida de todas las condiciones sociales, la eterna incertidumbre y la agitación. En un contexto social semejante, todas las relaciones fijas y congeladas, con su cohorte de antiguos y venerables prejuicios y opiniones, son barridas; las relaciones recién formadas se vuelven anticuadas antes de que puedan osificarse. Todo lo sólido se desvanece en el aire; lo sagrado se profana y el hombre, por fin, se ve forzado a enfrentar sus verdaderas condiciones de vida y sus relaciones con los demás hombres.". Quien escribió estas líneas, en 1847, a los 27 años fue Karl Marx.
Puede que este viejo texto nos sirva, como ejemplo de lúcida forma de diagnosticar las nuevas formas que asume la política, para hacer nuestro propio análisis, abandonar todos los prejuicios, corregir las miradas apresuradas, detectar lo fugaz en lo inmanente y descubrir el inasible derrotero de los tiempos por venir.
Muchas gracias.
