Fue político y diplomático, pero también poeta y soldado, y uno de los luchadores más esclarecidos de su época contra el imperialismo y en favor de la unidad latinoamericana. Martí murió en combate por un sueño que no llegaría a ver: la independencia de su Cuba natal. Nuestra América es un ensayo publicado originalmente en 1891 que se convirtió en una obra fundamental, y es acompañado aquí por otros textos escritos durante su estancia en los Estados Unidos.
Nuestra América se publicó por primera vez en 1891, en el contexto de la Primera Conferencia Internacional Americana de Washington que el gobierno estadounidense utilizó para promover el panamericanismo. El mártir cubano no creía en esas buenas intenciones y las denuncia como un instrumento para legitimar su control imperial, sosteniendo su denuncia con la enumeración de la larga secuela de despojo territorial sufrido durante el siglo XIX.
En su fundamental libro, Martí debate con las ideas predominantes de la época y se adelanta a muchas que se desarrollaron hasta los años que corren. Por ejemplo, cuando critica a ese liberalismo decimonónico de “letrados artificiales” nacidos en nuestra América y que se avergüenzan del delantal indio de sus madres, despreciando a los indios, a los negros y a los pobres. O cuando nos acusa de preocuparnos solo de nuestra pequeña porción de tierra y de creer que nuestros conflictos importan más que nuestra hermandad.
