A través de su documentación podemos observar que el Instituto Antártico Argentino cultiva desde hace años una tradición de preservación de la memoria antártica. En su Archivo Técnico -sección que se encuentra en proceso de inventariado por parte de nuestro equipo- es posible hallar carpetas en las que se acopian recortes de prensa, fotografías y otros documentos relativos a expedicionarios, naturalistas y pioneros de las actividades en el continente blanco. De estas carpetas hemos seleccionado¹ en esta ocasión material vinculado a la primera expedición a la Antártida en la que participó el argentino José María Sobral. Entre ellas, se destaca un recorte del diario Crítica de julio de 1970, conmemorativo de la travesía, así como interesantes documentos fotográficos tales como las imágenes del funeral de Sobral y de la histórica reunión de José Evaristo Uriburu, Emilio Mitre, Luis Drago Mitre, José María Urien y Bartolomé Mitre con Sobral recién llegado de su travesía. Sabemos por la documentación que la acompaña que la misma fue remitida por el Capitán de fragata Ernesto R. Villanueva al Director del Instituto Rodolfo Panzarini.
José María Sobral fue el primer argentino en pasar un invierno completo y hacer ciencia en la Antártida. Con tan solo 21 años el joven alférez viajó en 1902 junto a la expedición científica de Otto Nordenskjöld a la isla Cerro Nevado en el velero Antarctic, comandado por Carl Anton Larsen. Allí realizó observaciones meteorológicas como tarea principal, pero también magnéticas, bacteriológicas y geológicas.
Al cabo de un año, cumplido ya el tiempo de retorno, el Antarctic quedó atrapado entre los hielos, para luego hundirse, hecho que obligó a Sobral y al resto de la expedición a estar un año más de lo planeado en la Antártida.
En Buenos Aires, ante el retraso en el regreso del Antarctic, y a instancias del perito Francisco Pascasio Moreno y del teniente Horacio Ballvé, comenzó a prepararse una nave con la intención de buscarlos, iniciativa que fue internacional, ya que los mismos preparativos se llevaron a cabo en Francia, Suecia y Estados Unidos. Para ello, se preparó la corbeta Uruguay al mando del capitán de navío Julián Irizar, quien llegó a rescatarlos luego de una larga travesía que terminó con una larga caminata de 20 km entre los hielos. El 2 de diciembre de 1903 llegó a Buenos Aires y fue aclamada por cientos de miles de argentinos.
Al llegar a Buenos Aires, Sobral solicitó su baja de la Armada Argentina en 1904 con el grado de alférez de navío, para irse a estudiar geología en Suecia -en la universidad de Upsala- . Así, se convirtió en el primer argentino Doctor en Geología.
Regresó a la Argentina en 1914 y fue designado director de Hidrología, hasta 1930; y luego fue embajador en Noruega. En 1930 también fue declarado por la Sociedad Hispánica de Nueva York. En Suecia, los científicos de ese país llamaron "Sobral" al mineral piroxmangita descubierto allí en 1913.
La República Argentina tomó posesión de la cabaña el 8 de enero de 1954, rebautizándola con el nombre de Refugio Suecia. Desde el 26 de julio de 1965 es Monumento Histórico Nacional. Ha sido restaurada por el Instituto Antártico Argentino y está protegida por el Tratado Antártico, que la designó Sitio y Monumento Histórico N° 38. Está habilitada como museo y contiene objetos originales de la expedición.
Referencias
- Foto 1. De izquierda a derecha: José Evaristo Uriburu, Emilio Mitre, Jose María Sobral, Luis Drago Mitre, José María Urien, Bartolomé Mitre en una visita de Sobral, en su regreso. Año 1904.
- Foto 2. Diario Crítica 28/7/1960 como recuerdo de una gloriosa hazaña de nuestra historia naval.
- Foto 3 y 4. Funeral de Sobral el mismo día de su cumpleaños 14/1/1961, a sus 81 años.
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¹AR-AHMRE-01-115AH0131/1