Entre el 21 de agosto y el 7 de septiembre, la Comisión Cascos Blancos dependiente de Cancillería llevó adelante una misión humanitaria para poner a disposición del pueblo de Haití insumos humanitarios y brindar asistencia médica, luego del sismo de magnitud 7.2 ocurrido el 14 de agosto al oeste del país.
El equipo de misión, encabezado por la presidenta de Cascos Blancos Marina Cardelli, estuvo integrado por 24 voluntarios argentinos especializados en salud y logística. Gracias al trabajo coordinado por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto y el Ministerio de Defensa, se trasladaron en vuelos Hércules de la Fuerza Aérea Argentina y llevaron una serie de suministros médicos, medicamentos provistos por el Ministerio de Salud de la Nación Argentina, pastillas potabilizadoras, frazadas y otros insumos para emergencias.
La comitiva argentina, durante la primera etapa, emplazó un Hospital con nivel de atención tipo 1 en la comuna de Corail. Allí brindaron servicios de atención ambulatoria de emergencia, pediatría, clínica médica general, obstetricia y traumatología. La unidad sanitaria contó con sectores de recepción, triage, sala de espera, consultorios e internación y equipos de monitoreo multiparamétrico y ecógrafos, entre otros. También se trabajó en la articulación con los países y organismos internacionales allí presentes para fortalecer y complementar la respuesta sobre el terreno. El contingente estuvo acompañado por el embajador argentino en Haití, Cesar Alberto Faes.
Durante la segunda etapa, el cuerpo humanitario instaló carpas sanitarias fuera del Hospital Néstor Kirchner, en Corail, para aumentar su capacidad de atención tras los daños que sufrió durante el sismo. Allí, brindaron atención especializada en pediatría, clínica y traumatología y trabajaron junto a otras delegaciones internacionales en la estabilización de la estructura edilicia del centro de salud.
La presidenta de Cascos Blancos afirmó: “El terremoto llegó a Haití en un contexto muy difícil y profundizó las necesidades de su pueblo. El esfuerzo y el compromiso de los voluntarios y los trabajadores de Cascos Blancos que viajaron para desarrollar esta misión nos llena de orgullo. Trabajaron sin descanso para brindar asistencia médica a cada uno y cada una que se acercaba al Hospital que emplazamos”.
“Nuestro país tiene un compromiso histórico con el pueblo haitiano. Si bien esta misión humanitaria llegó a su fin, queda mucho por hacer y estamos coordinando acciones a largo plazo para colaborar en el proceso de reconstrucción. La prioridad de nuestro Gobierno es tenderle la mano a quienes más lo necesitan y Haití sabe que cuenta con la Argentina”, dijo Cardelli, y agregó “la asistencia humanitaria argentina es una política de solidaridad que apuesta a la unidad y a una mayor integración regional”.
El terremoto provocó más de 2.200 muertes, y más de 12.000 heridos, según cifras oficiales. Destruyó más de 7.000 viviendas y dañó más de 12.000, dejando a unas 50.000 familias sin hogar, además del derrumbe de escuelas, oficinas e iglesias, entre otros edificios.