Creciente dinamismo en las negociaciones entre el MERCOSUR y la Unión Europea

Tras el intercambio de ofertas entre el MERCOSUR y la Unión Europea que tuvo lugar en mayo pasado, el Comité de Negociaciones Birregionales se reunió por primera vez en cuatro años a fin de considerar los temas que deberán integrar el Acuerdo de Asociación.

Por primera vez en cuatro años, del 10 al 14 de octubre, se reunió en Bruselas el Comité de Negociaciones Birregionales MERCOSUR-Unión Europea para considerar los temas que deberán integrar el Acuerdo de Asociación entre ambos bloques. Este encuentro se produjo tras el intercambio de ofertas alcanzado en mayo pasado.

En esta nueva reunión se encontraron los Jefes Negociadores de ambas partes, asistidos por expertos en cada una de las once áreas temáticas que comprende la negociación. Cada grupo negoció sobre un tema en particular, a saber: el comercio de bienes; el de servicios; las reglas de origen; las medidas de defensa comercial; de defensa de la competencia; los procedimientos de solución de diferencias; las medidas sanitarias y fitosanitarias; los obstáculos técnicos al comercio; las compras gubernamentales; la protección de los derechos de propiedad intelectual y la facilitación del comercio. Existen también otros temas que los Jefes Negociadores consideraron, como el desarrollo sostenible, vinos, energía, acceso a las materias primas y la situación de las PyMEs. El MERCOSUR se ha preparado concienzudamente para la ocasión y ha consolidado una posición común para cada uno de los aspectos enumerados.

Es precisamente el consenso alcanzado al interior del bloque sudamericano lo que permitió llegar a esta nueva instancia luego de un largo período de estancamiento en las negociaciones y finalizar una oferta que incluye alrededor del 87% del comercio actual del MERCOSUR con el bloque europeo en distintos períodos de desgravación.

Para el MERCOSUR, la negociación con la Unión Europea implica, en realidad, un desafío múltiple: por una parte, lograr un acuerdo equilibrado y ambicioso, que asegure el acceso de los productos y servicios del bloque al mercado europeo, que consolide a las economías de la región como una plataforma de inversión y que dinamice el crecimiento y el empleo. Por otra parte, implica perfeccionar el funcionamiento interno del MERCOSUR y profundizar la integración con nuestros principales socios. Finalmente, una mayor apertura negociadora permite el acercamiento con otros socios comerciales. Los vínculos que ya se están profundizando entre el bloque y Corea, la India y la Asociación Europea de Libre Comercio, entre otros, son un claro ejemplo de esto último.

Por el lado de la coyuntura del bloque europeo, el aumento que se observa en las fuerzas internas que alientan el proteccionismo no favorece la apertura a otros socios, especialmente a productores agrícolas eficientes como el MERCOSUR. Por ello, esta negociación significa para el bloque, antes que nada, un fuerte desafío de política exterior para presentarse como un socio confiable y comprometido, que busca sentar las bases para un crecimiento de largo plazo y que procura asegurar los beneficios de la inserción en la economía mundial para sectores cada vez mayores de su población.