
Los años que van desde la antesala de la Segunda Guerra Mundial, en 1939, hasta mediados de la década del '50, fueron testigos del gran salto que experimentó la presencia argentina en la Antártida. Si bien desde 1904 era el único país que gozaba de presencia continua e ininterrumpida en el continente polar, ahora esa presencia se multiplicaría también en forma permanente en diversos puntos del territorio antártico reclamado, acción planificada por la flamante Comisión Nacional del Antártico. En 1951 sería creado el Instituto Antártico Argentino, primero del mundo, el cual impulsa y coordina las actividades científicas en la Antártida, ahora extendida a regiones antes inexploradas gracias a la adquisición del rompehielos ARA Gral. San Martín. Es en este periodo cuando se formaliza el reclamo antártico nacional y cuando la sociedad argentina es concientizada sobre la soberanía antártica argentina.